Estos son los riesgos por el consumo excesivo de ajo

El ajo es un ingrediente tradicional en la cocina de múltiples culturas y un remedio casero venerado por sus múltiples propiedades terapéuticas, sin embargo, al igual que cualquier alimento o suplemento, su consumo en exceso puede acarrear efectos adversos que conviene conocer.
Te recomendamos: Así puedes eliminar las cucarachas de manera rápida, barata y sin químicos Riesgos potenciales para el hígado por consumir ajo en excesoEl hígado desempeña un papel crucial en la desintoxicación del organismo y en el procesamiento de diversas sustancias, aunque el ajo, en cantidades moderadas, suele ser seguro para la mayoría de los adultos, su ingesta en grandes cantidades —ya sea fresco, en extractos o como suplemento— podría causar efectos perjudiciales en la salud hepática, incluyendo posibles daños en este órgano.
Algunas investigaciones han señalado que el consumo excesivo de ajo puede aumentar ciertos indicadores de toxicidad en el hígado, debido a que los compuestos sulfurados que le dan al ajo su olor y sabor distintivos pueden resultar irritantes para las células hepáticas cuando se consumen en grandes cantidades, lo que podría desencadenar una inflamación, si esta inflamación se mantiene, podría afectar el correcto funcionamiento del hígado.
Entre los síntomas que podrían indicar un daño hepático se encuentran las náuseas, el cansancio persistente y una tonalidad amarillenta en la piel o en la parte blanca de los ojos. Por ello, expertos en salud sugieren tener especial cuidado con el consumo de ajo en personas que ya padecen enfermedades hepáticas o que siguen tratamientos prolongados, ya que este alimento puede interferir con ciertos medicamentos que se procesan en el hígado.
Lee también: ¿Qué pasa si tomo café con el estómago vacío? Impacto del consumo excesivo de ajo en la presión arterialEl ajo es ampliamente reconocido por su capacidad para favorecer la circulación y ayudar a regular la presión arterial, especialmente en personas con hipertensión, no obstante, algunas publicaciones especializadas advierten que su ingesta en exceso puede generar efectos adversos en quienes ya tienen la presión baja o se encuentran bajo tratamiento con medicamentos antihipertensivos.
En estos casos, un consumo elevado de ajo podría intensificar la reducción de la presión arterial, provocando síntomas como mareos, debilidad, visión borrosa e incluso desmayos, estos efectos resultan particularmente riesgosos en personas con hipotensión o con tratamientos médicos estrictos para el control de la presión.
Por otro lado, el ajo también puede potenciar el efecto de ciertos anticoagulantes, elevando el riesgo de hemorragias, lo que representa un problema adicional para quienes tienen afecciones en el sistema circulatorio.
Por ello, se recomienda un consumo prudente y supervisado, especialmente si se están tomando medicamentos o existen antecedentes de enfermedades cardiovasculares.
NA
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