El PP se lanza a desmentir el relato de Sánchez sobre el apagón y la energía

En su comparecencia del miércoles para rendir cuentas por el apagón del 28 de abril y defender el plan de defensa del Gobierno, Pedro Sánchez estuvo más de tres horas en la tribuna de oradores del Congreso con el objetivo, según fuentes del PP, de que el debate se prolongara más allá de las tres y las réplicas de Alberto Núñez Feijóo y los demás portavoces no salieran en los telediarios del mediodía.
Tal vez por eso, y porque a su líder se le quedaron muy cortos los veinte minutos iniciales y los siete de la segunda intervención para rebatir todas las “falsedades” del presidente del Gobierno, el PP desplegó una ofensiva para desmentir ayer las afirmaciones de Sánchez acerca de las circunstancias que llevaron a la caída del suministro eléctrico.
Mientras en el hemiciclo se discutía sobre aranceles, en los pasillos del Congreso los diputados del PP que hablaban con la prensa se demoraban en tratar de desmontar la optimista versión que, más de una semana después del apagón que dejó sin luz durante toda una jornada a la península Ibérica, había ofrecido el presidente la víspera.
El tiempo transcurrido desde aquel lunes en el que España se fundió a negro, sostienen fuentes del PP, es más que suficiente para dar una respuesta sobre las causas de lo que ocurrió, pero el Ejecutivo de izquierdas se niega a hacerlo para no asumir que fue su “dogmatismo ideológico” el que llevó a estresar más de lo aconsejable, como ya venían advirtiendo los técnicos, el sistema eléctrico español para colgarse la medalla de campeón de las renovables en Europa.
“La confrontación de energías es un invento más”, afirman en el PP, donde tienen muy claro que la premisa del modelo, tal como establece la ley del Sector Eléctrico de 1997, es garantizar el suministro. Solo después se puede intentar que el precio sea el menor posible para los consumidores –lo que favorece también la competitividad de las empresas– en función de la capacidad de generación y, por último, que las fuentes sean sostenibles, esto es, renovables.
En este sentido, desde el PP acusan al Ministerio para la Transición Ecológica, tanto bajo la dirección de su actual responsable, Sara Aagesen, como de la anterior, Teresa Ribera, de haberse equivocado en la planificación y haber tensado al máximo a Red Eléctrica (REE).
“Todo el mundo sabe lo que pasó”, exclaman. Independientemente de cuál fuera el incidente concreto que causó la caída, “se generó una situación de riesgo por razones de carácter político”, asegura el PP, que se ampara en la opinión de los expertos: “No hay un técnico razonable que no lo diga: querían batir un récord de renovables”.
“Pero es imposible hablar con quien está mintiendo: las nucleares no cortaron por el apagón, sino por la falta de consumo”, añaden desde las filas populares, que deploran que, siendo el mix energético español “el mejor de Europa”, ahora el Gobierno esté “enredando” al primar, sostienen, los criterios políticos sobre los científicos.
Los populares aducen que se obvió la premisa de garantizar el suministro por motivos ideológicos“No hay que comprar la confrontación entre tecnologías. No hay que ir por delante de la técnica”, insiste el PP, que argumenta que “nadie en el mundo” está desmantelando la generación nuclear, que en el caso español representa un 20%. “Nos estamos cargando REE. El sistema funciona bien y se lo han cepillado en un día. Los datos están ya, pero no pueden salir a decir que nos pasamos de frenada y estresamos el sistema”, lamentan los populares, y apuntan al “muro” de Sánchez.
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