¿Frío por La Niña o por el polvo del Sahara? El Ideam aclara los mitos sobre el clima en Bogotá

Recientemente los habitantes de Bogotá han tenido la percepción de estar viviendo días más fríos. Sin embargo, desde el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) explican que Bogotá ha registrado en las últimas semanas temperaturas mínimas entre los 6.8 °C y 11 °C, temperaturas que son propias de la temporada y que no representan récords significativamente bajos para el clima capitalino.
“Estos valores no tienen una cercanía a la temperatura mínima histórica del mes. Paulatinamente hemos tenido una mayor intensidad en los vientos característicos de este mes y el mes de agosto que puede influenciar también en este valor”, señalan los expertos de la entidad sobre las posibles explicaciones detrás de que usted pueda estar percibiendo más frío.
Por su parte, para el meteorólogo Emel Vega el frío presente durante estos días en la meseta cundiboyacense se debe a la presencia e influencia de los vientos Alisios del Sureste. De acuerdo con el experto, “estos vientos arrastran masas de aire frío desde la Antártida en su periplo por todo el sur del continente sudamericano, los cuales gracias a la presencia del fortalecido anticiclón del Chaco sobre el norte de Argentina, Paraguay y Bolivia logra conservar sus características al penetrar dentro del trópico y el ecuador”.
Adicionalmente, el meteorólogo explica que, debido a la escasa actividad de convección profunda durante esta temporada en la amazonia, dichas masas de aire logran llegar a Bogotá relativamente fríos, “con sucesiones de inversiones térmicas en altura, lo cual permite la estratificación de las masas de aire, por ende la formación de nubes delgadas (con poca profundidad óptica) y subsecuentemente la producción de lluvias de baja intensidad (lloviznas), las cuales no logran saturar los suelos de la sabana de Bogotá, en tanto que las precipitaciones fuertes se producen en las regiones de piedemonte”.
Según Vega, esto ocasiona que los suelos, al no saturarse, pierdan su capacidad de almacenamiento de energía y por tanto liberan la radiación de onda larga contenida durante las horas de la noche, y que en ausencia de nubosidad gruesa ese poco calor se escape hacia las altas capas de la atmósfera generando sobre enfriamiento en superficie y en consecuencia el frío que hemos venido experimentando los bogotanos.
Sin embargo, desde el Ideam aclaran que el frío no está relacionado con ninguna ‘ola polar’ como se ha insinuado en algunos mensajes en redes sociales. “Países australes como Chile y Argentina ingresaron a la estación invernal con avance de frentes fríos, y otros sistemas que caracterizan su territorio a cientos de kilómetros de nuestro país. Estos sistemas avanzan hacia el norte afectando en algunos casos sectores de la Amazonía brasileña y en casos extremos la Amazonía colombiana, situación que no ha sido evidenciada en esta temporada del 2025. El término ‘ola polar’ y ‘frente frío’ se ha venido viralizando sin sustento técnico en nuestro país ecuatorial cuya influencia es indirecta”, aclaran.
Polvo del Sahara: ¿qué pasa en Colombia?Adicionalmente al tema del frió, desde el Ideam han recibido consultas respecto a la posible llegada de polvo del Sahara a territorio colombiano. Al respecto, los expertos de la entidad aclaran que aunque algunas nubes de polvo sahariano han sido identificadas desde el Ideam, con una baja cantidad de material particulado, en algunas zonas del norte del país, esto no es preocupante.
“Su influencia puede degradar la calidad del aire cuando se encuentra en altas concentraciones, situación que no ha sido evidenciada por el servicio meteorológico. Estos eventos son normales en esta época del año, sus efectos suelen ser limitados en el territorio colombiano”, señalan desde el Ideam-

Nube de polvo del Sahara en el 2020. Foto:EFE
El polvo sahariano es una masa de diminutas partículas minerales que se originan en el desierto del Sahara y son transportadas por los vientos a través de grandes distancias alcanzando zonas como el océano Atlántico, América, el Caribe y otras regiones del mundo. Su concentración puede variar según la época del año, siendo más común entre junio y agosto.
“Este polvo del Sahara, cuando se presenta en grandes nubes con una alta intensidad, genera unas condiciones de degradación de la calidad del aire para el sector de la costa caribe colombiana. En estos momentos, no tenemos una activación de una nube de polvo sahariano que sea significativo que pueda generar una alerta para el país.”, explicó la Teniente Coronel Carolina Rueda, Jefe de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam.
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