¿Es necesario lavarse el cabello con dos tipos de champú?: las recomendaciones de una experta en cuidado capilar para un pelo increíble

“Siendo una mujer en 2025, no hay tal cosa como el bajo mantenimiento”, aclara Rachel Redd, colorista profesional estadounidense con más de 17 años de experiencia, especializada en tonos rojizos y cabello texturizado y una de las invitadas especiales con las que contó ProDimension 2025, la segunda edición del evento profesional más importante del año para el universo del color, el styling y la transformación capilar en Latinoamérica, que convocó durante tres días, en Medellín a más de 500 estilistas de 11 países, entre ellos Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Panamá, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Nicaragua.
Desde Atlanta, Redd ha revolucionado la manera de trabajar el color en cabellos rizados, afro y lisos, enfocándose en la salud capilar y en empoderar a otros profesionales mediante sus talleres educativos. Su trabajo combina técnica, creatividad e inclusión, destacando la belleza natural con audacia y estilo.
Desde la capital antioqueña, la embajadora de marcas como Redken y Mizani, habló con EL TIEMPO sobre los cuidados que hay que tener en cuenta a la hora de someter el cabello afro y rizado a coloración y las claves para tener un pelo increíble, independientemente de la textura.
En años recientes hemos visto una mayor apropiación de las texturas naturales en el cabello, principalmente rizados y afro, ¿por qué cree que esto está pasando?Creo, uno, que la persona que lleva la textura se siente más cómoda con ella. Así que quieren ser capaces de aprender y entender. Buscan a los profesionales que antes les alisaban el pelo y manipulaban la textura para que les enseñen a mejorarla. Así que creo que es un poco de ambas cosas, de gente que quiere empezar a llevar su pelo y luego busca al profesional que les eduque sobre su pelo.
¿Este tipo de cabellos requieren de algún cuidado especial que se debe considerar a la hora de someterlo a algún tipo de coloración?Hay que tener en cuenta el proceso. Ni siquiera se trata siempre de la textura o el rizo. Se trata del nivel inicial. Si tienes el pelo muy oscuro y quieres algo muy claro, ¿cuál es el proceso para conseguirlo sin dañar no sólo la forma del rizo, sino la fuerza general de la hebra capilar? Entender qué va a funcionar, qué es factible para que el cabello pueda cambiar en ese grado y cuánto tiempo va a llevar. Y ¿merece la pena? Por ejemplo, cuando el cabello es más oscuro, es un poco más fácil, mantiene un poco más la humedad porque no lo trabajas demasiado. Pero cuando quieres aclararlo y llevarlo a esos tonos rubios, estás sometiendo tu pelo a un proceso que puede eliminar ese aceite y brillo naturales. Creo que hay que entender el compromiso y el mantenimiento que supone cambiar el color del pelo a un tono más claro.

Rachel ha revolucionado la manera de trabajar el color en cabellos rizados, afro y lisos. Foto:L’Oréal
Es una de esas cosas en las que hay muchos más factores que se tienen en cuenta en las características del cabello aparte de la textura. Tu cabello puede ser ondulado. Pero la porosidad de la capacidad de absorber algo, como la humedad, no siempre es igual a la textura. Tu cabello puede tener una textura más espesa, pero puede producir grasa. No es necesariamente que sea más seco. Me gusta que la gente entienda que la textura es sólo una parte de las características del cabello y de su capacidad. Es decir, que mi pelo sea más rizado no significa que sea más seco.
¿Cómo podemos reconocer el tipo de cabello que tenemos?Por supuesto, hay que ir a ver a un profesional. No hay muchas cosas que puedas aprender en YouTube porque nadie tiene licencia en Internet. Se basan en su propia experiencia sobre lo que funciona para su cabello. Por eso, siempre recomiendo consultar con un especialista que pueda ayudarte a identificar, por ejemplo, cuál es tu tipo de textura capilar. A veces, las personas asumen que, si su cabello es más seco, entonces debe ser tipo 4C, pero no siempre es así. Un profesional puede evaluar los distintos aspectos de tu cabello y orientarte mejor.
Esto también se puede analizar a partir de los productos que usas: ¿qué tipo de champú aplica? ¿Contiene ingredientes que eliminan la humedad natural de su pelo? Muchas personas, por ejemplo, usan productos con Árbol de Té porque sienten picazón en el cuero cabelludo, pero los aplican en toda la melena. Sin embargo, lo que es adecuado para el cuero cabelludo no siempre lo es para las hebras. Cada producto debe ser específico para su función.
Es un tema complejo. Hay que considerar cosas como: ¿qué champú y acondicionador estoy usando?, ¿aplico un producto sin enjuague que mantenga la hidratación sin resecar?, ¿en qué clima vivo?, ¿hay mucha humedad en el ambiente o el aire es seco? Son muchas variables. El problema es que la gente quiere soluciones simples, como si fuera cuestión de A-B-C. Pero en realidad, es todo el abecedario.
Pero esto puede ser un poco abrumador para que las personas lo incluyan en su rutina diaria, ¿podría darnos tres productos clave?Sí, se puede simplificar, pero sin saltarse pasos clave. Por ejemplo, el champú tiene una función básica: limpiar. Si haces ejercicio con frecuencia, usas aceites o lacas, o estás muy expuesta al ambiente –con polvo, polen o residuos en el aire–, todo eso se acumula en el cabello. Por eso, antes de cualquier tratamiento, necesitas un champú que lo aclare y elimine toda esa acumulación. A esto le debe seguir un segundo champú, que sí sea específico para nutrir o tratar el cabello según sus necesidades.
Mucha gente nota que su cabello está seco o débil y tiende a romperse, lo que indica que necesita hidratación o fortalecimiento. Entonces, idealmente, deberías tener dos champús: uno limpiador y otro que aporte lo que tu cabello realmente necesita.
¿Y qué pasa con el resto de productos? ¿Cuántos pasos son realmente necesarios para un buen cuidado capilar?Después de los dos champús viene el acondicionador, la mascarilla o el tratamiento, que ayudan a sellar los beneficios del segundo lavado. Si el segundo champú es fortalecedor, entonces ese tercer paso también debe serlo. Si es hidratante, aplicas una mascarilla o acondicionador hidratante.
Pero ahí no termina todo. Hay un cuarto paso que muchas personas olvidan: el acondicionador sin enjuague. Puede venir en formato spray, que es más ligero y no apelmaza el cabello. Pero si tienes el pelo grueso, más seco o áspero, puedes optar por una crema que selle mejor la humedad. Y si usas herramientas de calor como difusores, cepillos o planchas, es muy importante que este producto también tenga protector térmico. Así, con un solo producto, obtienes varios beneficios: hidratación, desenredo, protección…
Un buen ejemplo es One United de Redken, que ofrece todo eso en uno. Entonces, en total, estamos hablando de cuatro productos esenciales. Es como el maquillaje: puedes salir solo con un tinte hidratante, pero luego te das cuenta de que necesitas rímel, gel para cejas y brillo labial. Al final, terminas con cuatro productos. Nada es realmente de bajo mantenimiento, aunque lo parezca.

Rachel se enfoca en la salud capilar y en empoderar a otros profesionales en talleres educativos. Foto:L’Oréal
Lo que me gusta son dos cosas: puedes tener un estilo de bajo mantenimiento y, al mismo tiempo, verte estética, con intención. Por ejemplo, en lugares donde la humedad es alta, yo llevo trenzas, pero también tengo parte de mi cabello natural expuesto, que tiende a encresparse. En esos casos, puedes usar un pañuelo de satén o seda que además sea bonito. Lo colocas como un accesorio de moda. Dejas ver un poco los “baby hairs” y ya tienes un look funcional y estilizado. Ese pañuelo ayuda a proteger el cabello de factores como los rayos UV. No hay que olvidar que el cuero cabelludo también es piel, y está expuesto, así que conviene protegerlo. Puedes usar sombreros bonitos, como fedoras, o incluso viseras, que están volviendo a estar de moda siempre que tengan un toque estiloso. Todo eso no solo protege, también suma al look.
Y además están los sprays con protección UV. Muchos acondicionadores sin enjuague ya los incluyen. Así como usamos protector solar en la piel —o un bronceador con bajo SPF si queremos exponernos un poco al sol—, con el cabello pasa algo similar. Hay productos con SPF más bajo que ayudan a proteger el cuero cabelludo o las mechas, especialmente si son más claras y tienden a aclararse aún más con el sol. El calor del sol puede alterar el cabello, como si lo estuviera procesando, y si no tienes algo que lo proteja y lo selle, se puede dañar.
En temas de coloración, ¿qué se puede hacer si queremos cubrir con unas cuantas canas cuando empiezan a salir?Puedes optar por algo llamado ‘mezcla de canas’. Para eso, se usa un tinte demi-permanente, que funciona como un gloss o baño de color. Este tipo de producto no aclara el cabello, así que no es agresivo ni genera esa línea de demarcación evidente cuando el pelo crece. Se funde de manera natural con las canas y les añade pigmento, haciendo que reflejen la luz, pero sin cubrirlas por completo.
La clave está en saber qué quieres lograr. Si solo tienes unas pocas canas, lo que buscas no es cubrirlas del todo, sino suavizarlas, difuminarlas. En ese caso, no necesitas una coloración de cobertura total ni un producto demasiado potente. Un gloss como Shades EQ de Redken es ideal: no altera tu color natural, simplemente le da más brillo y vitalidad, y al mismo tiempo aporta un tono sutil a las canas.
Pero también hay que ser realista: como todo lo que implica modificar algo que ya no quieres ver, este tipo de solución requiere mantenimiento. Y eso es importante tenerlo claro. Así que siendo una mujer en 2025, no hay tal cosa como bajo mantenimiento.
eltiempo