Una radiografía al cerebro: El poder de la neurología y la farmacogenética

El cerebro es ese órgano que apenas representa el 2% de nuestro peso corporal, es en realidad el director de una orquesta compleja que controla nuestras percepciones, emociones, pensamientos, movimientos y funciones vitales. Sin embargo, a pesar de su crucial papel, las enfermedades neurológicas afectan a millones de personas, siendo la principal causa de años de vida ajustados por discapacidad y la segunda causa de muerte a nivel global, según la Federación Mundial de Neurología (WFN).
En este contexto, la neurología y la farmacogenética emergen como pilares fundamentales para una medicina más precisa y personalizada, por lo que la Dra. Adriana Jardón, especialista en medicina de precisión, destaca la creciente importancia de comprender la interacción entre nuestro cerebro y nuestra genética para abordar los desafíos neurológicos.
Las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer, la epilepsia, el Parkinson y la esquizofrenia, han presentado históricamente un gran desafío en su tratamiento. A menudo, el abordaje era de "prueba y error", ya que lo que funcionaba para un paciente podía ser ineficaz o incluso perjudicial para otro. Hoy sabemos que factores como la genética, la edad, el estilo de vida y las comorbilidades influyen en la respuesta individual a los tratamientos.
Aquí es donde la medicina de precisión (o personalizada) cobra protagonismo. De acuerdo con la especialista, este enfoque busca entender la variabilidad genética, ambiental y de estilo de vida de cada persona para diseñar tratamientos más efectivos y seguros. Su objetivo es transformar a los pacientes en colaboradores activos en su proceso de salud, ofreciendo terapias adaptadas a sus necesidades específicas.
El papel de la farmacogenéticaLa Dra. Jardón comparte que la farmacogenética es la disciplina que ha revelado cómo nuestros génes influyen directamente en la respuesta individual a los medicamentos. Al estudiar las variaciones genéticas de cada persona, se puede predecir cómo metabolizará un fármaco, su posible eficacia y los riesgos de efectos secundarios. Esto es crucial en el desarrollo de nuevos medicamentos, permitiendo a los fabricantes diseñar tratamientos más dirigidos a las causas específicas de las enfermedades.
En el ámbito de las enfermedades neurológicas y los trastornos cerebrales, la aplicación de la farmacogenética es fundamental. Comprender el perfil genético de un paciente no sólo arroja luz sobre su comportamiento, sino que también es clave para determinar la respuesta óptima a los medicamentos prescritos. Reitera: “Dos personas con el mismo diagnóstico, como epilepsia o depresión, pueden reaccionar de manera completamente diferente al mismo fármaco: una mejora, mientras que la otra no, o sufre efectos adversos”.
La información genética se vuelve vital para personalizar dosis, anticipar posibles reacciones adversas y, lo más importante, aumentar significativamente las probabilidades de éxito terapéutico desde el inicio del tratamiento. En un órgano tan complejo y sensible como el cerebro, cualquier error en la medicación puede tener un impacto profundo en las emociones, la memoria y la conducta.
El cerebro, un órgano incansable pero de cuidadoMás allá de su complejidad en el tratamiento, el cerebro es un órgano asombroso que trabaja 24/7, consumiendo el 20% de la energía de nuestro cuerpo y generando suficiente energía para encender una bombilla de 20 watts. Está compuesto en un 73% por agua, y una deshidratación mínima puede afectar su funcionamiento. Además, siendo un 60% grasa, una dieta rica en ácidos grasos Omega-3 es esencial para prevenir su desgaste prematuro.
La intuición de que la herencia influye en la salud no es nueva; registros antiguos como el Papiro de Ebers en el antiguo Egipto o las teorías griegas sobre la pangénesis, aunque carentes de rigor científico moderno, ya exploraban esta conexión. Hoy, esta intuición ha evolucionado a la genética y farmacogenética, ciencias que permiten a la medicina moderna estudiar cómo los genes afectan la respuesta a los medicamentos, haciendo posible un tratamiento médico verdaderamente personalizado.
La especialista concluye que concientizar sobre la salud mental y la importancia del cuidado cerebral es primordial. Aunque las enfermedades neurológicas no siempre tienen cura completa, la medicina de precisión, apoyada en los avances de la farmacogenética, ofrece herramientas para anticipar y controlar mejor estas afecciones, permitiendo una vida de mayor calidad para millones de personas. El cerebro es mucho más que un órgano; es el centro de nuestra existencia, y su cuidado merece toda nuestra atención.
Eleconomista