Jeffrey Sachs, el extraño caso de Mr. Shock y Mr. Aid

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Jeffrey Sachs, el extraño caso de Mr. Shock y Mr. Aid

Jeffrey Sachs, el extraño caso de Mr. Shock y Mr. Aid

Después de leer el interesante libro acerca de la biografía de Jeffrey Sachs: “Jeffrey Sachs, The Strange Case of. Dr. Shock and Mr. Aid” (Japhy Wilson (verso, 2014), cayó el espejo en que yo tenía a semejante economista. Es el director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, con un personal de 850 personas y 85 millones de dólares, asesor del Secretario de las Naciones para promover los fines del milenio, académico de la Fundación Rockefeler y autor de numerosos libros, entre ellos, el Fin de la pobreza, cómo conseguirlo en nuestro tiempo.

Sacks, con 35 años fue invitado a implantar un programa de shock para detener la inflación en Bolivia con mediano éxito y posteriormente fue invitado por los gobiernos de Polonia y Rusia para implantar con los gobiernos de Polonia y Rusia las terapias de shock para regresar al libre mercado.

Cabe señalar que Sachs, pese a su corta experiencia -acababa de venir del doctorado- y ocupaba un puesto de investigación en Harvard recién contratado en el Departamento de Economía.

El plan en Polonia fue relativamente exitoso -ahora Polonia es de las economías más boyantes de Europa-, debido, en buena medida, al interés de su población de llegar hasta las últimas consecuencias y a la ayuda escasa de Estados Unidos en su intento de implantar otro Plan Marshall en Europa.

En Rusia el plan de shock discurrió por direcciones muy distintas: Shacks era partidario del shock acelerado, y la población rusa nunca le acabó de dar el visto bueno, por lo que los efectos fueron catastróficos y después de varios de asesorar Sacks presentó su renuncia, la que fue aceptada sin tapujos señalando su corta colaboración en el proceso.

El resultado final en Rusia fue desastroso: de 1991 a 1998 el Producto Interno Bruno había caído 43.3%; la producción industrial cayó 56% entre 1991 y 1996; para 1998 más del 80% de las empresas rusas habían caído en quiebra: 70,000 fábricas habían cerrado, resultando en un desempleo masivo. La producción agrícola bajó a la mitad de su porcentaje entre 1886 y 1990, con la quiebra de numerosas fábricas agrícolas y la disolución nacional de los medios nacionales de subsistencia. El nivel de vida bajó a la mitad. El número de población viviendo en pobreza se incrementó de 2 millones a 78 millones de personas. Miles de personas se suicidaron.

El efecto, terrible, tiene a varios cupables: Boris Yeltsin, presidente de Rusia, el Partido Comunista, y por supuesto, Jeffrey Sachs y Estados Unidos. El gobierno de Estados Unidos dejó a sus anchas a Rusia, pese a la catástrofe económica y tratarse del segundo país más armado de la historia. Hay una grave responsabilidad de la Administración Bush por permitir que Rusia se cayera bajo sus hombros, con ningún programa de ayuda. De ahí surgió la crisis plutócrata rusia, que ha sido el sostén y el caldo de cultivo para el advenimiento de Putin.

¿Por qué abandonaron Sachs y Estados Unidos a Rusia, con las posibles consecuencias geopolíticas que ello iba a tener. Es parte de los muchos crímenes de Estados Unidos a nivel internacional que deberían señalarse más en los medios internacionales.

Para cuidar su imagen -sin defender nunca sus posturas de libre mercado- Jeffrey Sachs dio un giro de 160%: se convirtió en el economista de la pobreza, comenzó a defender la bandera del desarrollo sostenible y la petición a órganos internacionales para fomentar la ayuda al África. Se volvió parte de la economía clínica, y sin dejar de ser abortista, se convirtió en uno de los principales propagadores de los Objetivos del Fin del Milenio de 2030, para lo que ha construido 500 villas para el desarrollo con el apoyo de numerosas organizaciones. Sin embargo, Wilson no le cree nada a Sacks: estas villas del milenio (triunfo de Sachs) están demostrando un fracaso, además de la poca transferencia con la que se manejan.

Sacks no ha abandonado su fe en el libre mercado y en los partidiarios de Friedman. Cambió de profesión para hacerse perdonar sus terribles errores en Rusia, de cuyos errores se lava las manos, que ha allanado además el ascenso de Putin al Poder. Por tanto, podemos concluir en que Sacks es parcialmente responsable de la subida de Putin al poder.

Eleconomista

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