El innovador ladrillo de algas marinas: más ligero, ecológico y con el potencial de cambiar la construcción para siempre

El sector de la construcción está viviendo, como el resto de sectores, momentos de constante evolución gracias principalmente al desarrollo tecnológico que permite aplicar estos avances en prácticamente todas las áreas imaginables.
Y es que a pesar de que hay aspectos en los que parece imposible innovar debido a que son perfectos tal y como están, lo cierto es que el mundo está repleto de mentes brillantes a las que les gusta dar una vuelta de tecla a las cosas. Desde hace ya cientos de años, el ladrillo (principalmente arcilla) lleva siendo el material por excelencia para la construcción de casas, edificios y demás estructuras, pero parece que podría tener los días contados.
Esto es porque un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería de Biosistemas de la Facultad de Zootecnia e Ingeniería de Alimentos de la Universidad de São Paulo (FZEA-USP), en Brasil ha dado con una combinación que mata dos pájaros de un tiro. Esto es porque han desarrollado unos ladrillos compuestos de algas pardas para la elaboración de materiales cerámicos ligeros destinados a la construcción.
Las algas pardas, conocidas también como sargazo, son comunes en el Atlántico y en los últimos años se han convertido en un problema tanto medioambiental, como social y económico. Esto es porque en los últimos años se han ido acumulando en las costas y al descomponerse liberan unos gases tóxicos que son perjudiciales para la salud humana y la biodiversidad.
Por esa razón, estos investigadores brasileños han buscado darle una segunda vida a estas algas. "Normalmente, el sargazo se recolecta y se desecha en vertederos sin ningún uso práctico. Por eso, decidimos investigar cómo aprovechar esta gran cantidad de biomasa en las playas", ha indicado João Adriano Rossignolo, investigador jefe del estudio, publicado en el Journal of Materials in Civil Engineering.
Estos ya han utilizado dichas algas convertidas en ladrillos en construcción civil para reducir el peso del hormigón, en losas para mejorar el confort térmico e incluso en jardinería. Tras realizar numerosas y distintas pruebas, los investigadores llegaron a la conclusión de que esta alternativa reduce el consumo de recursos naturales y aumenta la eficiencia energética.
"Nos dio resultados que cumplen plenamente con las normas actuales para estos productos y mejoran la durabilidad y las propiedades mecánicas de los materiales", concluyo el investigador brasileño.
eleconomista