Un nuevo análisis muestra que lo que comemos juega un papel mucho mayor en la obesidad que la cantidad de ejercicio que hacemos.

Muchos países industrializados tienen problemas de obesidad, y según un estudio, esto podría deberse principalmente al consumo excesivo de calorías de muchas personas. Esta es la conclusión a la que llegó un equipo de la Universidad de Duke en Durham, EE. UU., en un estudio de revisión publicado en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences».
Está claro que las personas tienen sobrepeso cuando consumen más calorías de las que queman, escriben los autores. Sin embargo, hasta ahora no se ha aclarado si tantas personas tienen sobrepeso porque consumen demasiadas calorías o gastan muy poca energía, lo que significa que no hacen suficiente ejercicio.
El estudio llega a una conclusión clara: el aumento de la ingesta energética juega un papel en la crisis de obesidad aproximadamente diez veces más importante que el consumo de energía.
IMC más alto en los países industrializadosLos investigadores llegaron a esta conclusión analizando datos sobre el índice de masa corporal (IMC), el porcentaje de grasa corporal y el gasto energético de 4213 personas de 34 grupos poblacionales en seis continentes. El equipo incluyó grupos diversos con estilos de vida muy diferentes, como cazadores-recolectores, agricultores y personas de países industrializados.
No es sorprendente que se haya encontrado una correlación entre vivir en países económicamente desarrollados y un IMC y un porcentaje de grasa corporal más altos; sin embargo, el gasto energético también fue mayor en estos grupos. Esto demuestra que la obesidad generalizada en los países industrializados no se puede explicar simplemente por la falta de ejercicio.
Los alimentos altamente procesados en el punto de miraEl equipo de investigación sospecha que la causa es un consumo mucho mayor de alimentos altamente procesados, particularmente comunes en los países industrializados. Estos incluyen embutidos, dulces y comidas preparadas. Según el estudio, se encontraron porcentajes de grasa corporal más altos en lugares donde estos alimentos son comunes. Esto podría deberse a que la amplia disponibilidad y el bajo costo de estos alimentos incentivan su consumo excesivo.
Aunque los autores no contaban con información detallada sobre los hábitos alimentarios de los grupos estudiados, sugieren que la dieta parece desempeñar un papel importante en los países industrializados. Los hallazgos aportan información importante para extraer conclusiones, por ejemplo, en materia de políticas sanitarias.
Muchos países occidentales luchan contra la obesidad, una enfermedad generalizada: según la Sociedad Alemana de Obesidad, alrededor de dos tercios de los hombres y poco más de la mitad de las mujeres en Alemania tienen sobrepeso. El problema se ha agravado significativamente a nivel mundial en las últimas décadas, incluso entre niños y adolescentes. Esto se asocia con un mayor riesgo de enfermedades y problemas de salud.
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