Derrota para el proveedor de chat GPT, OpenAI, en un tribunal de Múnich

En una disputa sobre el uso de letras de canciones, OpenAI, operador de la plataforma de chat GPT, sufrió una derrota frente a la sociedad de gestión colectiva alemana GEMA . El Tribunal Regional de Múnich I falló a favor de GEMA, dictaminando que la corporación estadounidense había infringido los derechos de autor de nueve canciones muy conocidas.
El litigio se refería concretamente a la utilización de nueve letras de canciones muy conocidas, entre ellas “Atemlos” de Helene Fischer, “Männer” de Herbert Grönemeyer, “Über den Wolken” de Reinhard Mey y “In der Weihnachtsbäckerei” de Rolf Zuckowski.
Los textos se utilizaron para entrenar Chat-GPT y se reprodujeron de forma exacta, o al menos muy similar, en respuesta a consultas sencillas al sistema. El tribunal consideró esto prueba de que los textos se habían almacenado en los sistemas de OpenAI. Ordenó a OpenAI, entre otras cosas, que dejara de almacenar los textos y de utilizarlos en sus modelos, que pagara una indemnización por daños y perjuicios y que revelara información sobre su uso y los ingresos generados. La sentencia aún no es jurídicamente vinculante.
Se considera probable que se apele el fallo y que el caso pase a nuevas instancias. La decisión final podría tener implicaciones que van mucho más allá de las letras de las canciones, como explicó la experta Silke von Lewinski, del Instituto Max Planck para la Innovación y la Competencia, antes del fallo. Ella considera que «es de vital importancia para todas las obras, ya sean literatura, textos periodísticos, música, artes visuales, fotografía o cualquier otra obra utilizada para la IA generativa. La cuestión aquí es cómo deben interpretarse las leyes vigentes».
Si se apela la sentencia y GEMA gana en última instancia, esto inclinaría la balanza de poder entre las industrias creativas y las empresas tecnológicas a favor de los autores y otros titulares de derechos, afirmó. «Antes de que un texto pueda utilizarse para la IA generativa, los titulares de los derechos tendrían que dar su consentimiento y tendrían la oportunidad de recibir una compensación por ello». Probablemente, esto es precisamente lo que GEMA pretende lograr con su demanda.
Que la IA se entrenara con las nueve canciones fue un hecho indiscutible durante el proceso. Sin embargo, lo que sucedió después fue una cuestión clave. ¿Se memorizaron los datos de las canciones —es decir, se guardaron y, por lo tanto, se duplicaron— o el entrenamiento con los datos provocó que Chat-GPT regenerara las letras sin guardarlas?
El tribunal adoptó una postura clara, interpretando el hecho de que el sistema generara los textos con los que había sido entrenado como prueba de que los había memorizado. Se descartó la generación aleatoria de dichos textos.
süeddeutsche


