Calor en el trabajo: 6 consejos para trabajar de forma productiva con altas temperaturas

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Calor en el trabajo: 6 consejos para trabajar de forma productiva con altas temperaturas

Calor en el trabajo: 6 consejos para trabajar de forma productiva con altas temperaturas

Refrescarse: Si hace demasiado calor en la oficina, la concentración se resiente. Un ventilador al menos proporciona aire fresco.
Refrescarse: Si hace demasiado calor en la oficina, la concentración se resiente. Un ventilador al menos proporciona aire fresco.
Las temperaturas excesivamente altas en la oficina no solo te hacen lento e improductivo, sino que también suponen un verdadero riesgo para la salud. Seis estrategias para mantener la calma incluso en días calurosos.
De Talia Varley

Actualmente, las temperaturas son tropicales en muchas regiones y no se vislumbra una mejora. Es probable que estos episodios de calor extremo se vuelvan más frecuentes en el futuro. Por lo tanto, las empresas tienen buenas razones para preocuparse por los veranos cada vez más calurosos.

Un informe de 2021 de la agencia de calificación Moody's advirtió que el estrés térmico provocado por el cambio climático se estaba convirtiendo en un riesgo real para un gran número de industrias . El informe también indicó que las temperaturas extremas representan una amenaza para las empresas, no solo por el aumento de los costos de refrigeración y la demanda cambiante, sino también por sus efectos negativos en la salud humana. De hecho, las olas de calor pueden causar agotamiento, calambres, deterioro de la salud mental, complicaciones en personas con diabetes e incluso accidentes cerebrovasculares. Lo que agrava aún más la situación es que el riesgo afecta a todos los segmentos de la población, incluida la fuerza laboral de su empresa.

Además de los costos directos para la salud causados ​​por las olas de calor, la Organización Mundial de la Salud considera la pérdida de productividad como una de las consecuencias económicas más graves. Se estima que aproximadamente el 2 % del tiempo total de trabajo se pierde cada año en todo el mundo debido al estrés térmico en el lugar de trabajo.

Mantener la calma es difícil en condiciones de calor extremo. Sin embargo, la experiencia del sector sanitario ofrece valiosos enfoques para que los empleadores puedan proteger eficazmente a sus empleados. A partir de mi experiencia como médico en una consultora de gestión internacional, he recopilado seis estrategias nuevas y de eficacia comprobada:

En primer lugar, los empleadores deben educar a sus empleados sobre qué es el estrés térmico, cómo afecta su salud y seguridad y cómo se puede evitar.

En cualquier ambiente cálido, el cuerpo humano necesita eliminar el exceso de calor para mantener una temperatura corporal saludable. Esto ocurre de forma natural mediante la sudoración y el aumento del flujo sanguíneo a la piel. Si esto no ocurre con la suficiente rapidez, la temperatura corporal aumenta y puede producirse estrés térmico.

Los síntomas del estrés térmico incluyen sed, irritabilidad, sarpullido y agotamiento. En casos graves, puede producirse un golpe de calor, que se manifiesta con disfunción cerebral, como dificultad para hablar, confusión o desorientación; en casos extremos, incluso coma. El estrés térmico también afecta la motricidad fina y dificulta el procesamiento de información relevante para una tarea. Incluso tareas sencillas como escribir en una computadora pueden resultar difíciles.

Durante las olas de calor, los trabajadores pueden experimentar dos tipos de enfermedades relacionadas con el calor: la "enfermedad por calor", causada por la actividad física, y la "enfermedad por calor ambiental", desencadenada por condiciones ambientales como el calor y la humedad. El riesgo de sufrir enfermedades por calor ambiental es particularmente alto en las islas de calor urbanas, ya que las temperaturas en una ciudad son significativamente más altas que en las zonas rurales circundantes.

En última instancia, el estrés térmico puede provocar enfermedades, hospitalizaciones e incluso la muerte. Ante esta amenaza, los empleadores deben ser proactivos e integrar un programa eficaz de prevención de enfermedades relacionadas con el calor en el programa general de salud y seguridad de su empresa.

Durante los primeros días de una ola de calor, los empleadores deben recordar a sus empleados que beban agua, tomen descansos frecuentes y controlen los síntomas relacionados con el calor.

2. Evaluar el riesgo individual de los empleados

Diversos factores influyen en el nivel de estrés térmico en el lugar de trabajo. En la evaluación deben considerarse los siguientes factores:

  • el entorno de trabajo (incluidas condiciones como la humedad, la luz solar y el flujo de aire)

  • la actividad (por ejemplo, si las tareas requieren actividad física o el uso de ropa protectora)

  • los empleados individuales (factores de riesgo individuales generales como edad, condiciones preexistentes y estilo de vida)

El método más preciso para medir los efectos del calor ambiental en la temperatura corporal es un termómetro de globo y bulbo húmedo (WBGT), que combina la temperatura, la humedad, la luz solar y el movimiento del aire en una sola medición. La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos (OSHA) ofrece orientación sobre su uso e interpretación . Un índice de calor, que se refiere únicamente a la temperatura y la humedad, puede proporcionar datos indirectos útiles en determinadas circunstancias.

La actividad física en el trabajo puede estimarse mediante tablas de calor metabólico y carga de trabajo, que clasifican las cargas de trabajo desde ligeras (sentado o de pie) hasta muy intensas (actividad física intensa). Los empleadores también deben considerar si la ropa de trabajo aumenta el riesgo e identificar ocupaciones en ambientes calurosos, como bomberos, agricultura, construcción, minería y trabajo en fábricas.

Los factores individuales también pueden indicar riesgos específicos. Entre las personas con mayor riesgo se encuentran las mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y quienes padecen ciertos tipos de enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad o diabetes, o quienes toman ciertos medicamentos. También deben considerarse las diferencias de género. El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) informa sobre varios estudios que demuestran que las mujeres toleran peor el calor que los hombres.

3. Mantener temperaturas constantes en la oficina.

Una temperatura interior constante es importante para el bienestar y la productividad. Si hace demasiado calor, los empleados se sienten cansados ​​o sufren cambios de humor. Si hace demasiado frío, pueden distraerse y sentirse inquietos o distraídos.

Incluso pequeñas desviaciones pueden causar estrés, perjudicar el rendimiento e incluso poner en riesgo la seguridad. Los trabajadores que ya están bajo presión son menos capaces de tolerar un estrés adicional. Por lo tanto, mantener una temperatura agradable es especialmente importante en lugares de trabajo con mucho estrés y en momentos en que la presión es especialmente alta y los equipos necesitan responder con rapidez.

Se estima que los rangos de temperatura recomendados satisfacen las necesidades del 80 % de las personas. Sin embargo, algunas personas aún pueden sentirse incómodas. Las necesidades y preferencias de temperatura varían considerablemente, y no existe una temperatura única que satisfaga a todos. Por lo tanto, podrían ser necesarias medidas adicionales.

Las diferencias pueden deberse, entre otras cosas, a que las regulaciones se basan en valores estándar para hombres. Sin embargo, las mujeres prefieren una temperatura ambiente más alta en casa y en el trabajo. Los valores adecuados para los hombres pueden incluso afectar su rendimiento.

Las mujeres son más vulnerables a las altas temperaturas durante las olas de calor. Esta vulnerabilidad aumenta después de la menopausia, cuando la falta de producción de estrógenos dificulta la adaptación a los aumentos repentinos de temperatura.

El bienestar en el lugar de trabajo depende no solo de la temperatura, sino también de otros factores como la actividad física, la luz solar y la circulación del aire. Las empresas también pueden abordar este problema: los ventiladores de escritorio o los espacios de trabajo ventilados ayudan a los empleados que sufren sofocos. Además, el entorno laboral puede mejorarse ajustando las cargas de trabajo y los horarios. Por ejemplo, los empleadores podrían trasladar las actividades a horas más frescas del día o implementar turnos más cortos con descansos más frecuentes.

Ofrezca un programa de capacitación sobre estrés térmico antes de comenzar a trabajar al aire libre. El contenido relevante incluye el uso adecuado de ropa y equipo de protección contra el calor, los efectos de las drogas y el alcohol en la tolerancia al estrés térmico, la notificación inmediata de signos o síntomas de enfermedades relacionadas con el calor (en usted o en sus compañeros) y las medidas a tomar si se presentan los síntomas.

Los gerentes deben recibir capacitación específica sobre cómo monitorear alertas, responder a advertencias de calor, responder a signos o síntomas de enfermedades relacionadas con el calor, incluido contactar a los servicios médicos de emergencia, promover la hidratación y adherirse a los descansos.

Además de la capacitación, los empleadores deben reducir el estrés térmico en el lugar de trabajo mediante medidas técnicas y organizativas. Las modificaciones técnicas del entorno laboral podrían incluir pantallas que reflejen la luz solar o absorban el calor.

Desde el punto de vista organizativo, se pueden ajustar las tareas o los horarios de trabajo: por ejemplo, limitando el tiempo de permanencia en climas cálidos, permitiendo tiempos de recuperación más largos en zonas frescas y sombreadas, aumentando el número de empleados por tarea o proporcionando suficiente agua potable fresca. También se debe reducir la tensión causada por el uso de equipo de protección personal (EPP) y se debe probar el uso de sistemas de refrigeración adicionales, como ropa o chalecos refrigerantes.

Otras estrategias incluyen la formación de un grupo de trabajo multidisciplinario (por ejemplo, compuesto por empleados, profesionales sanitarios cualificados y responsables de seguridad) y la implementación de programas de detección médica y de automonitoreo. El uso de dispositivos portátiles de monitorización, como pulsómetros, para evaluar la carga de trabajo también puede ser beneficioso. También se recomienda un sistema de compañeros, en el que los empleados monitoreen la aparición de síntomas de enfermedades relacionadas con el calor en los demás.

5. Dar tiempo a los empleados para aclimatarse

Los humanos pueden adaptarse a temperaturas más altas, por ejemplo, mediante un aumento de la sudoración. Esto requiere una exposición repetida al calor. Esto es especialmente importante para los empleados que trabajan al aire libre durante las olas de calor.

Por lo tanto, los empleadores deben desarrollar planes de aclimatación a condiciones de calor que aumenten gradualmente la duración de la exposición al calor y las exigencias físicas. Este proceso suele durar de siete a catorce días. Los empleados nuevos requieren más tiempo para adaptarse que quienes ya han estado expuestos al calor. La reaclimatación también puede ser necesaria después de una ausencia de una semana o más.

La adaptación individual de cada empleado al calor también depende de su condición física y del estrés térmico correspondiente. Las diferencias de género también deben tenerse en cuenta: las mujeres generalmente requieren mayor intensidad, frecuencia y duración de exposición al calor para adaptarse. Dado que la literatura científica hasta la fecha se ha centrado principalmente en los hombres, las directrices actuales a menudo no consideran estas diferencias fisiológicas. Por lo tanto, los empleadores deben probar y adaptar sus propios planes de aclimatación.

A medida que aumenta el riesgo de olas de calor, los empleadores deben adoptar un enfoque a largo plazo. La Guía de Planes de Acción contra el Calor de la Organización Mundial de la Salud ofrece principios importantes para ello.

Al igual que las aerolíneas incorporan el clima en su planificación, las empresas también deben utilizar pronósticos meteorológicos precisos para emitir alertas oportunas, establecer umbrales de acción y comunicar claramente los riesgos. Una estrecha colaboración con los sistemas de salud locales y los servicios de emergencia puede contribuir a ello.

Además, cree un plan de comunicación que defina claramente qué información se compartirá, cuándo y a quién. Tenga en cuenta que pueden presentarse simultáneamente múltiples problemas de salud ambiental, como el calor extremo y la calidad del aire afectada por los incendios forestales. Mantenga las líneas de comunicación breves para evitar abrumar a sus empleados con instrucciones complejas o contradictorias. Adapte sus mensajes a las condiciones locales.

Su plan de acción para la salud frente al calor debe incluir medidas a corto y mediano plazo, como reducir la exposición al calor en interiores, aumentar la protección de quienes trabajan al aire libre y una estrategia de atención para grupos vulnerables. A largo plazo, también debe considerar el diseño y la ubicación de los edificios, así como el acceso al transporte, para reducir el estrés térmico de los empleados que se desplazan al trabajo.

Revise continuamente la eficacia de su estrategia a lo largo del tiempo. Establezca un sistema de monitoreo y evaluación en tiempo real, especialmente para los empleados que trabajan al aire libre, y documente también el monitoreo de los espacios interiores. Mantenga la calidad y la consistencia para garantizar el cumplimiento de todos los requisitos legales. Las listas de verificación de seguridad y los estándares probados de la industria aeronáutica pueden ser especialmente útiles en este caso.

El calor extremo puede afectar significativamente el rendimiento y la salud de su activo más importante: sus empleados. A medida que las temperaturas extremas se vuelven más comunes, los empleadores deben proteger eficazmente a su fuerza laboral ahora y en el futuro.

© HBP 2023

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