No obedeció la orden de alto de la policía y se encontró que no tenía licencia y tenía un nivel de alcohol en la sangre de 3,24 por mil.

El incidente tuvo lugar en la autopista E-90, en el barrio de Tacin. Según informes, equipos de la División de Seguridad Pública, Oficina de Robos y Homicidios del Departamento de Policía Provincial de Aksaray , que patrullaban el barrio, detectaron un jeep con matrícula 68 KV 444 que circulaba sin control. Los equipos emitieron una advertencia de "alto" para descartar la posibilidad de que el conductor estuviera ebrio. El conductor ignoró la advertencia y aceleró, lo que desencadenó una persecución entre la policía y él. Los equipos policiales llevaron a cabo una persecución controlada de larga distancia para garantizar la seguridad tanto del tráfico como del conductor que huía, y para evitar accidentes. Durante la persecución, que comenzó en la autopista E-90, el conductor se desvió hacia calles laterales del barrio de Tacin para eludir a la policía. Al continuar su huida a gran velocidad, poniendo en peligro el tráfico, el conductor golpeó la llanta delantera izquierda del vehículo en la esquina de la acera. Como resultado del impacto, la llanta delantera izquierda del vehículo reventó, y el conductor continuó huyendo a pesar de ello. Al cabo de un rato, el neumático se desintegró, se desprendió por completo de la llanta y salió despedido hacia la carretera. El conductor, aún aferrado a la llanta, se negó a rendirse en su intento de escapar. La persecución terminó cuando el conductor confundió la carretera con una carretera y se estrelló.
Al ver que la conductora del vehículo detenido era una mujer, los equipos policiales abordaron el incidente con mayor sensibilidad e intentaron sacar a la mujer, AA (26), del vehículo. La conductora, que se negó a salir, fue sometida a una prueba de alcoholemia por la policía de tránsito que llegó al lugar. El nivel de alcohol en sangre de la conductora fue de 3,24 por mil, seis veces el límite legal. La mujer, a quien los agentes intentaron persuadir para que saliera del vehículo, no logró salir durante un buen rato, pero fue rescatada por una amiga a la que había llamado al lugar. Esta vez, la mujer se resistió a subir al vehículo policial e hizo sudar a los agentes y a su amiga. Tras varios minutos de intentos, los equipos finalmente lograron convencer a la conductora de subir al vehículo. Durante el interrogatorio, se reveló que no tenía licencia de conducir, y se le impuso una multa de 27.944 liras por conducir sin licencia y en estado de ebriedad, y de 18.677 liras al propietario del vehículo. El vehículo fue inhabilitado para circular y remolcado a un estacionamiento. El conductor ebrio fue sometido a un reconocimiento médico en la Sala de Urgencias del Hospital de Formación e Investigación de Aksaray y trasladado a la comisaría para ser interrogado. Se han iniciado procedimientos legales en relación con el incidente.
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