Medicamentos para la presión arterial: no todos pueden usar el mismo medicamento

El umbral de 140/90 se acepta generalmente como el umbral para iniciar la medicación. Sin embargo, si el paciente padece enfermedad renal, diabetes o enfermedad cardiovascular, el valor objetivo es inferior: 130/80. En ocasiones, el tratamiento puede iniciarse incluso con una presión arterial de 135/85. El objetivo no es simplemente reducir la presión arterial, sino prevenir el daño orgánico. (Fuente: Sociedad Europea de Hipertensión – Umbrales de Tratamiento en las Guías de 2023)
Los efectos del mismo medicamento pueden ser muy diferentes en dos pacientes porque:
- Estructura genética. - Edad. - Metabolismo hepático y renal.
- Otras enfermedades.
Altera la forma en que el cuerpo procesa los medicamentos. Por lo tanto, un medicamento que funciona muy bien para una persona puede causar problemas graves a otra. (Fuente: Harvard Health – Variabilidad en la respuesta a los medicamentos)
¿Los medicamentos afectan la sexualidad?Algunos medicamentos para la presión arterial pueden causar disminución de la libido o disfunción eréctil. Los betabloqueantes más antiguos, en particular, son conocidos por esto. Los medicamentos de nueva generación han reducido este efecto. Sin embargo, si tiene alguna inquietud, debe consultarla con su médico. La solución debería ser cambiar de medicamento, no suspenderlo. (Fuente: Journal of Sexual Medicine – Antihipertensivos y efectos secundarios sexuales)
El perfil de presión arterial de cada paciente es diferente. Algunas personas experimentan presión arterial alta por la noche, mientras que otras también presentan pulso elevado.
Además:
- Edad - Peso - Enfermedades concomitantes - Uso de otros medicamentos
Muchos factores, como la función renal, determinan el medicamento que se administra. (Fuente: Asociación Americana del Corazón – Terapia Centrada en el Paciente para la Hipertensión)
¿La dosis del medicamento es fija?No. Los medicamentos para la presión arterial generalmente se inician con una dosis baja. Si el efecto es insuficiente, se aumenta la dosis o se añade otro grupo. Muchos pacientes usan terapia combinada: por ejemplo, un betabloqueante más un diurético. Sin embargo, usar más medicamento no significa necesariamente mayor efectividad. Cada medicamento tiene sus propios riesgos. (Fuente: Cleveland Clinic - Estrategia de titulación en el tratamiento de la hipertensión)
¿Los medicamentos para bajar la presión arterial se utilizan de por vida?Sí, en la mayoría de los pacientes. Dado que la hipertensión es una enfermedad crónica, algunas personas pueden reducir la dosis de sus medicamentos mediante cambios en el estilo de vida. En algunos casos leves, incluso es posible suspender la medicación por completo.
Por supuesto, esta decisión debe tomarse bajo la supervisión de un médico. La interrupción repentina de la medicación puede provocar una crisis. (Fuente: Documento de Posición de la ESC: Retirada del Tratamiento Antihipertensivo)
Conclusión: Lo importante no es el nombre del medicamento sino la condición del paciente.
No existe una receta estándar para el tratamiento de la presión arterial. No todos pueden usar el mismo medicamento. Es fundamental considerar el medicamento, el paciente y el momento adecuados. La comunicación abierta con el médico, la notificación de efectos secundarios y el seguimiento del paciente son clave para el éxito.
"Tomo medicamentos pero mi presión arterial no baja".Puede haber tres razones principales por las que la presión arterial no baja: 1. Incumplimiento: el paciente no toma la medicación regularmente. 2. Hipertensión secundaria: hay otra enfermedad subyacente (por ejemplo, oclusión vascular renal).
3. Hipertensión resistente: Incluso utilizando 3 medicamentos, no se puede lograr el control.
En tales casos, se debe revisar la evaluación de la enfermedad, no la dosis del fármaco. (Fuente: NIH – Revisión Clínica de Hipertensión Resistente)
Los 5 medicamentos para la presión arterial más utilizados1. Inhibidores de la ECA (ejemplos: ramipril, enalapril): Relajantes vasculares. Se prefieren en pacientes con enfermedades cardíacas y renales. El efecto secundario más común es la tos seca.
2. Betabloqueantes (p. ej., metoprolol, bisoprolol): Disminuyen la frecuencia cardíaca. Se recetan a quienes han sufrido un infarto o experimentan palpitaciones. Pueden causar fatiga y disminución de la libido.
3. Diuréticos (p. ej., hidroclorotiazida): Eliminan el exceso de sal y líquido del organismo. Son eficaces en personas mayores y con sensibilidad a la sal. Pueden producirse pérdidas de electrolitos y micción nocturna frecuente.
4. Bloqueadores de los canales de calcio (p. ej., amlodipino): Relaja el músculo liso vascular. Este es el grupo más comúnmente utilizado. Puede causar edema en los pies y cefaleas.
5. ARAII (ejemplos: valsartán, losartán): Similares al grupo de los IECA, pero no causan tos. Suelen preferirse en pacientes jóvenes.
(Fuente: Mayo Clinic – Clases y efectos de los fármacos antihipertensivos)
Mañana- ¿Qué es una crisis de presión arterial? - ¿Qué valores conllevan riesgo inmediato? - ¿Cuándo se debe realizar una intervención domiciliaria y cuándo acudir a urgencias?
- ¿Cuáles son los 7 errores comunes que se cometen durante una crisis?
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