"Apaga las luces para reducir el riesgo de infarto y derrame cerebral"
Según un nuevo estudio, la luz brillante por la noche podría aumentar el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral. Los investigadores han descubierto que la exposición a altos niveles de contaminación lumínica artificial después del anochecer está relacionada con una mayor actividad cerebral asociada al estrés, inflamación de las arterias y un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
INVESTIGACIÓN PRINCIPAL DE SU TIPOLa contaminación lumínica nocturna es un problema generalizado en las ciudades modernas. Este estudio pionero, que utiliza escáneres cerebrales e imágenes satelitales, ha demostrado una «vía biológica» entre la exposición a la luz nocturna y las enfermedades cardíacas.
“Sabemos que factores ambientales como la contaminación del aire y del ruido pueden afectar nuestros nervios y vasos sanguíneos a través del estrés, lo que puede provocar enfermedades cardíacas. La contaminación lumínica es muy común, pero no sabemos mucho sobre cómo afecta al corazón”, dijo el Dr. Shady Abohashem, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard e investigador del Hospital General de Massachusetts.
El estudio incluyó a 466 adultos, con una edad promedio de 55 años, que inicialmente no presentaban enfermedades cardíacas ni cáncer. Se midió la cantidad de luz nocturna en el hogar de cada participante, las señales de estrés en el cerebro y los signos de inflamación arterial en las tomografías computarizadas.
Durante el estudio, 79 participantes (el 17 %) sufrieron problemas cardíacos graves. Todos los participantes se sometieron a tomografías por emisión de positrones/tomografías computarizadas (PET/TC) idénticas entre 2005 y 2008 y se les realizó un seguimiento hasta finales de 2018.
El Dr. Abohashem afirmó: “Esta es una prueba de imagen que se realiza de forma rutinaria en nuestro hospital. La tomografía computarizada (TC) proporciona información anatómica detallada, mientras que la tomografía por emisión de positrones (PET) revela la actividad metabólica en los tejidos. El uso combinado de ambas técnicas de imagen permite medir la actividad cerebral relacionada con el estrés y la inflamación arterial en una sola exploración”.
A MAYOR EXPOSICIÓN A LA LUZ ARTIFICIAL, MAYOR ES EL RIESGO DE DESARROLLAR ENFERMEDADES CARDÍACAS.El análisis reveló que las personas expuestas a mayores niveles de luz artificial durante la noche presentaban mayor actividad cerebral relacionada con el estrés, inflamación de los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos graves. Cuanto mayor es la exposición a la luz artificial durante la noche, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Los riesgos fueron mayores entre los participantes que vivían en zonas expuestas a factores de estrés sociales o ambientales adicionales, como el ruido intenso del tráfico o los bajos ingresos del vecindario. «Encontramos una relación casi lineal entre la exposición a la luz nocturna y las enfermedades cardíacas», afirmó el Dr. Abohashem. «Cuanto mayor es la exposición a la luz nocturna, mayor es el riesgo».
«Incluso pequeños aumentos de la luz nocturna se han relacionado con un mayor estrés en el cerebro y las arterias», continuó Abohashem. «Cuando el cerebro percibe estrés, activa señales que pueden desencadenar una respuesta inmunitaria e inflamar los vasos sanguíneos. Con el tiempo, este proceso puede contribuir al endurecimiento de las arterias y aumentar el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular».
"DEBERÍA REDUCIRSE LA ILUMINACIÓN EXTERIOR INNECESARIA EN LAS CIUDADES"Para contrarrestar los efectos de la luz artificial por la noche, Abohashem sugirió que las ciudades reduzcan la iluminación exterior innecesaria, mantengan el alumbrado público o utilicen luces con sensor de movimiento.
«Esta investigación demuestra que la contaminación lumínica no solo es una molestia, sino que también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas», afirmó el Dr. Abohashem. «Esperamos que los médicos y los legisladores tengan en cuenta la exposición a la luz nocturna al desarrollar estrategias de prevención. Queremos ampliar este estudio a poblaciones más grandes y diversas, probar intervenciones que reduzcan la luz nocturna e investigar cómo la reducción de la exposición a la luz puede mejorar la salud cardiovascular. Las personas pueden limitar la luz nocturna en interiores manteniendo sus habitaciones oscuras y evitando el uso de pantallas como televisores y dispositivos electrónicos personales antes de acostarse».
Habertürk


