Profesor canadiense: Los extraterrestres podrían haber dejado un regalo en la Luna.

En 1949, el renombrado matemático y físico John von Neumann introdujo el concepto de "constructor universal" en un discurso pronunciado en la Universidad de Illinois. Su obra póstuma, Teoría de los autómatas autorreplicantes (1966), profundizó en esta idea e introdujo el concepto de "máquinas autorreplicantes" en el mundo científico.
Esta idea cobró un nuevo significado años después con las investigaciones del programa SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). Los científicos propusieron que civilizaciones avanzadas podrían explorar la galaxia con sondas robóticas autorreplicantes. Según modelos teóricos, dichas sondas, incluso si se originaran en un solo planeta, podrían recorrer toda la galaxia en unos pocos millones de años.
“Puede que algunos sigan aquí”
En un nuevo estudio publicado por el profesor Alex Ellery de la Universidad de Carleton en Canadá , sugiere que dichas sondas podrían haber visitado ya el Sistema Solar y que algunas de ellas podrían seguir operando allí.
En su artículo, Ellery argumenta que las futuras investigaciones de SETI deberían centrarse en detectar las tecno-firmas que dichos vehículos podrían dejar en el espacio.
Ellery, quien trabaja en el Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeronáutica, también es miembro del Centro de Investigación de Sistemas Autorreplicantes (CESER). Su trabajo anterior demostró que los humanos podrían construir sondas espaciales al estilo de Von Neumann antes de lo previsto mediante la combinación de la tecnología de impresión 3D, la robótica y las capacidades de autofabricación.
En su nuevo artículo, Ellery analiza por qué podrían existir estas sondas, cómo se relacionan con la paradoja de Fermi y cómo podrían funcionar. Argumenta que la principal motivación de las civilizaciones avanzadas para desarrollar tales dispositivos es la supervivencia.
Una civilización podría enviar sondas autorreplicantes para escapar de su estrella antes de que expire, sea destruida por una civilización más poderosa o se vea amenazada por desastres causados por su propia tecnología.
En declaraciones a Universe Today, Ellery dijo:
Las sondas alienígenas se guían por instintos de supervivencia, como la vida útil de su estrella anfitriona, la actividad geológica de su planeta o las amenazas militares. Más que por curiosidad científica, el impulso explorador suele estar relacionado con la búsqueda de recursos o la huida del peligro.
EXPLORACIÓN GALÁCTICA EN SEIS PASOS
Ellery describe los posibles pasos que seguirán estas investigaciones en seis etapas:
- Extracción de materias primas de asteroides y lunas.
- Producir nuevas herramientas de exploración con estos recursos.
- Establecer bases en zonas ricas.
- Haciendo copias de ti mismo.
- Realizar un análisis detallado del sistema.
- Realizar las tareas posibles.
¿HAY ALGÚN “REGALO” PARA NOSOTROS EN LA LUNA?
Según Ellery, la Luna es el lugar más adecuado para encontrar estos rastros. Las sondas podrían haber aprovechado la estructura rica en metales de la Luna para establecer una base de producción. Además, se podrían determinar las proporciones de isótopos de uranio, torio y bario que dejaron estos sistemas alimentados por reactores nucleares.
Esta hipótesis coincide con los planes de la NASA y otras agencias espaciales para establecer bases permanentes en la Luna. Las anomalías isotópicas o las variaciones magnéticas en la superficie lunar podrían indicar vestigios de posible actividad tecnológica antigua.
Ellery plantea una posibilidad sorprendente: “Si de verdad hemos recibido visitas, podríamos encontrar una ‘máquina constructora universal’ dejada para nosotros entre las minas de asteroides de la Luna”.
El trabajo de Ellery se ha puesto a disposición en el sitio web arXiv , donde se publican artículos científicos que esperan revisión por pares.
ntv




