Ventura celebra y no le cierra puertas a AD

Con al menos 58 diputados en el Parlamento, y con buenas señales del círculo de emigración, André Ventura consideró seguro dejar una garantía al país: «Creo que podemos garantizarle al país algo que no ha sucedido desde el 25 de abril de 1974. Chega se ha convertido en el segundo partido más grande de nuestra democracia». El público eléctrico soltó un “ya pasamos”, que se repitió varias veces durante la campaña, y una respuesta al “no pasarás” tan a menudo coreado por la izquierda.
Y a pesar de la “gran noche” de Chega —Ventura incluso la calificó de “enorme victoria”—, el presidente del partido no olvidó que recorrió el país pidiendo la oportunidad de ser primer ministro y que no se la dieron: “Chega no ganó estas elecciones legislativas, hicimos lo que nadie había hecho nunca, pero aún no hemos ganado”. Se trató de un equilibrio entre haber hecho “historia” y la falta de victoria, argumentando que el partido “pone punto final a todo lo que ha pasado en este país en los últimos años desde el punto de vista partidista”. “Nada será igual en Portugal a partir de esta noche”.
Ante esto, Ventura —que anticipaba un terremoto político— recordó el día en que fue elegido diputado único, en 2019, y que, seis años después, Chega es “uno de los mayores partidos de Portugal” y el “líder de la oposición en Portugal”. No lo dio por sentado, con la esperanza de que “en pocos días ese mismo liderazgo se confirme con los votos del círculo de la emigración”. Esto supondrá, subrayó, “un cambio gigantesco en nuestro sistema político”.
En cuanto a la contribución a la gobernabilidad, André Ventura prefirió dejar esos episodios para una nueva temporada, que se estrenará próximamente. Sin embargo, de las palabras del líder de Chega se pueden extraer dos notas. No solo dijo que “el Gobierno de Portugal depende de Chega y solo de Chega” —después de haber escuchado a Pedro Nuno Santos “decir que no apoyará, ni sostendrá, ni tendrá margen alguno para ese Gobierno”—, sino que también dijo que Luís Montenegro debe asumir la “responsabilidad” por el hecho de que intentó “quitarle votantes” a Chega en temas de inmigración y que, aun así, Ventura obtuvo 58 diputados.
Reiteró que Chega “siempre ha sido y luchado por ser garante de la estabilidad”, que “se ha convertido en un partido de gobierno y de poder” y prometió “honrar esta tradición”. Ventura también destacó que habló con el presidente de la República y acordaron hablar después de las elecciones y que llamó a Luís Montenegro. Las preguntas sobre un posible entendimiento se ganaron silbidos y abucheos desde el público hasta los periodistas y Ventura volvió a patear la cuestión: “Es el día de marcar una victoria histórica, tendremos tiempo para hablar de gobierno y escenarios”. Pero tampoco reiteró la tesis de que “nunca es nunca” llegar a un acuerdo si Montenegro fuera el primer ministro.
Además de ser un lugar histórico, Chega también celebró la hecatombe de la izquierda. No sólo Pedro Nuno Santos se rió (con rimas que le decían al líder del PS que “llora”), sino que Ventura celebró lo sucedido en ese espectro político: “Chega superó al partido de Mário Soares. Chega superó al partido de António Guterres. Chega mató al partido de Álvaro Cunhal. Chega borró al Bloque de Izquierda del mapa con un estilo nunca antes visto en Portugal”.
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