Montenegro "faltó al respeto a los trabajadores y a la UGT"

José Luís Carneiro, secretario general del Partido Socialista (PS), acusa al Gobierno de faltar al respeto al pueblo portugués y a los trabajadores en lo que respecta a la legislación laboral y a la decisión de los dos principales sindicatos de proceder con una huelga general.
«La UGT no puede ser útil cuando apoya las intenciones del Gobierno y, por otro lado, ofenderse cuando discrepa de sus intereses. Desde mi punto de vista, esto demuestra una visión bastante antidemocrática e intolerante, e incluso una falta de comprensión del significado histórico del pluralismo en la vida sindical», declaró el líder socialista a los periodistas en Almada este martes.
Al preguntársele si el primer ministro Luís Montenegro había faltado al respeto al Partido Socialista (PS) y al Partido Comunista Portugués (PCP) al acusar a los sindicatos de servir a los intereses de estos partidos al convocar la huelga general, José Luís Carneiro respondió: “Más grave aún: faltó al respeto a los trabajadores y a la UGT (Unión General de Trabajadores)”.
El lunes por la noche, en una entrevista con RTP, la ministra de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social consideró "prematuro" el anuncio de huelga dada la fase de negociación en la que se encuentra el país. "Me parece prematuro, no por parte de la CGTP, que se ha desvinculado de la negociación, sino por parte de la UGT hacer este anuncio, porque estamos sentados a la mesa de negociaciones", afirmó.
Maria do Rosário Palma Ramalho rechazó las acusaciones de que el diálogo en el marco de la consulta social es "una fachada", enfatizando que "todas las reglas" previstas en el borrador de reforma laboral presentado por el Gobierno "son reglas en construcción, que se están mejorando y que se están construyendo y mejorando con todos los interlocutores sociales".
A pesar de ello, también advirtió que el Gobierno "no está dispuesto a retirar la propuesta completa" y "desearía mantener las líneas principales" del documento.
El borrador preliminar del gobierno para la revisión de la legislación laboral, denominado "Trabajo XXI", fue aprobado por el Consejo de Ministros el 24 de julio. Su objetivo es ser una "reforma profunda" de la legislación laboral, modificando "más de cien" artículos del Código de Trabajo.
Los cambios propuestos abarcan desde la licencia parental, con modificaciones a la licencia parental, la licencia por lactancia y la licencia por duelo tras el embarazo, hasta el trabajo flexible, la formación interna y los períodos de prueba en los contratos laborales. El fin de la prohibición de la subcontratación tras despidos y la ampliación de los servicios mínimos durante las huelgas son otras propuestas controvertidas.
Una reforma duramente criticada por los sindicatos, que inicialmente la consideraron un «atentado contra los derechos de los trabajadores». La CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses) amenazó con una huelga general desde el principio si el gobierno no retiraba el paquete laboral propuesto. La UGT (Unión General de Trabajadores) no descartó esa opción, pero quería entablar negociaciones primero.
El acuerdo entre las dos confederaciones sindicales se anunció el sábado pasado, el mismo día en que miles de personas se manifestaron en Lisboa contra las reformas laborales. Hacía más de doce años que ambas confederaciones no unían fuerzas en una huelga general; la última vez fue durante el periodo de la Troika.
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