La Iniciativa Liberal es el nuevo partido con paredes de cristal

Siempre es el momento más inusual de los congresos del PCP: en cierto momento, con una mezcla de amabilidad y severidad, los periodistas son escoltados fuera de la sala con la advertencia expresa de que no pueden, bajo ninguna circunstancia, dejar grabadora. El objetivo es permitir que los delegados tomen decisiones sin que nadie externo se dé cuenta de quién piensa qué, quién critica a quién o quién vota cómo. Para asegurar que ni siquiera desde afuera la prensa pueda oír lo que ocurre dentro, los comunistas colocan altavoces en el exterior y ponen música a todo volumen.
Estas estratagemas secretas demuestran que, a menudo, en el PCP, la práctica no tiene nada que ver con la teoría. En 1985, Álvaro Cunhal publicó el legendario libro "El Partido de las Paredes de Cristal", sobre el funcionamiento interno del PCP, y prometió con picardía: "Nos proponemos decir con la verdad cómo somos, cómo pensamos, cómo actuamos, cómo luchamos, cómo vivimos, los comunistas portugueses. Todo se revelará haciendo transparentes las paredes de nuestro Partido, para que quienes no lo conozcan puedan observarlo como a través de ellas". Sorprendentemente, ninguna de las muchas páginas del libro menciona el uso de altavoces para silenciar las conversaciones que podrían traspasar las paredes de hormigón de un pabellón deportivo convertido en sala de conferencias del partido.
A pesar de esto, no vale la pena ser demasiado duro. El PCP está lejos de ser el único partido con un gusto particular por la opacidad. Iniciativa Liberal, que celebra una convención electoral este sábado, es especialmente hábil para ocultar divisiones sin tener que expulsar a los periodistas de las salas ni bombardearlos con música a todo volumen. Consideremos lo siguiente: el partido fue una vez irreverente, con Carlos Guimarães Pinto; una vez aristocrático, con João Cotrim Figueiredo; una vez popular, con Rui Rocha; y ahora se prepara para ser radical, con Mariana Leitão. Pero todos estos cambios, sustanciales y decisivos, se produjeron dentro de la misma casta gobernante, sin debate público, sin críticas fuertes y sin un verdadero escrutinio político.
No es necesario remontarse al Paleolítico; basta con observar la mutación más reciente. Hasta las elecciones del 18 de mayo, con Rui Rocha, la Iniciativa Liberal tenía un objetivo programático alineado con uno estratégico: suavizar las principales propuestas del partido y acercarse a AD para crear las condiciones que permitieran la formación de una alianza de gobierno postelectoral. Ahora, con Mariana Leitão, la Iniciativa Liberal tiene un objetivo programático y estratégico diametralmente opuesto: radicalizar las principales propuestas del partido y distanciarse rápida y abruptamente de AD, evitando crear condiciones para la confusión entre el electorado liberal respecto a las similitudes y diferencias entre un partido y otro.
Insisto: esto no es nuevo ni sorprendente; un movimiento similar ya se produjo cuando Rui Rocha sustituyó a João Cotrim Figueiredo. Pero cabe destacar que estos cambios abruptos y vertiginosos se están llevando a cabo sin un debate riguroso y minucioso. De hecho, basta con observar el historial político de la próxima presidenta de Iniciativa Liberal: Mariana Leitão fue elegida líder del grupo parlamentario por Rui Rocha, fue elegida como su candidata presidencial por Rui Rocha y compartió el escenario con Rui Rocha en la última convención del partido, donde se definió la estrategia que ahora rechaza como si fuera la peste.
Esto no es, como comprenderán, normal. En el PSD, por ejemplo, Luís Montenegro implementó una estrategia distinta a la de Rui Rio cuando asumió el liderazgo, pero contaba con la credibilidad personal y política para hacerlo. En años anteriores, lo criticó, lo desafió y lo combatió; no lo apoyó, lo elogió ni lo alentó. Y, desde luego, no fue promovido por él a ninguna candidatura ni a ningún cargo. En la Iniciativa Liberal, como diría alguien, algo siempre cambia para que las cosas sigan igual.
——-*——-
Escuche “El bueno, el feo y el malo” , con Miguel Pinheiro, de lunes a viernes en Rádio Observador, a las 8:20 am, o en cualquier horario como podcast.
observador