Guerrilleros colombianos detenidos en Ecuador

La justicia ecuatoriana condenó a 13 años de prisión por crimen organizado a cinco personas acusadas de pertenecer a los Comandos de Frontera, grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En una sesión celebrada el sábado, otras ocho personas fueron condenadas a diez años de prisión por el mismo delito.
Según el Ministerio Público, los condenados conformaban una red dedicada al lavado de activos, tráfico de drogas y armas, que operaba en la frontera entre Ecuador y Colombia desde hacía dos años.
El juicio se produjo tras una operación policial en agosto de 2024 que resultó en la detención de 16 ciudadanos ecuatorianos, algunos con antecedentes penales por tráfico y posesión de drogas, en cinco de las 24 provincias de Ecuador.
Durante el operativo, la policía se incautó de siete vehículos de lujo, 29 teléfonos móviles, 16 armas, munición, ordenadores y más de 100.000 dólares (85.500 euros) en efectivo, entre otras evidencias.
Según la investigación policial, el grupo criminal estaría detrás del envío de cocaína a México y España.
En enero, cuatro personas más fueron vinculadas al caso, entre ellas uno de los presuntos líderes de los Comandos de Frontera, Roberto Carlos Álvarez Vera, quien fue detenido a finales de junio en Emiratos Árabes Unidos y espera su extradición a Ecuador.
En abril, un juez absolvió a tres de los acusados y citó a juicio a los 17 restantes, 13 de los cuales fueron condenados el sábado.
En mayo, el gobierno ecuatoriano acusó a los Comandos de Frontera de asesinar a 11 militares durante un operativo contra la minería ilegal en la provincia oriental de Orellana, fronteriza con Colombia y Perú.
Según varias organizaciones no gubernamentales, la minería ilegal en la cuenca del río Punino, en el oriente de Ecuador, se cuadriplicó en 2024.
En respuesta, el Ministerio de Defensa ecuatoriano desplegó más de 1.500 miembros de fuerzas especiales, servicios de inteligencia y unidades antiterroristas para tratar de capturar a los asesinos.
Los Comandos de Frontera son uno de los grupos que rechazaron el acuerdo de paz firmado por las extintas FARC en 2016 y se negaron a deponer las armas, continuando con sus actividades delictivas.
Los disidentes están involucrados en negociaciones de paz con el presidente colombiano Gustavo Petro, quien ha hecho de la solución del conflicto de más de 60 años con los grupos armados uno de los principales objetivos de su mandato.
El líder de este grupo disidente, Andrés Rojas, conocido como ‘Araña’, fue capturado en Colombia en febrero y es objeto de una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
La violencia vinculada a la minería ilegal y al narcotráfico se agrava en Colombia, Ecuador y Perú, un triángulo clave en la producción y transporte de cocaína a Estados Unidos y Europa.
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