En una declaración sobre IA, los BRICS defienden el código abierto para la tecnología

El domingo por la noche (6), los BRICS emitieron una declaración conjunta defendiendo el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) en código abierto, con intercambio global de tecnologías y conocimientos.
En el primero de tres documentos específicos programados para la Cumbre de Líderes en Río de Janeiro, el grupo firmó un conjunto de directrices basadas en el acceso equitativo a la tecnología. Otras dos declaraciones sobre financiación climática y salud también están programadas para el lunes (7).
Noticias relacionadas:Estas directrices guiarán los enfoques comunes del grupo en los foros internacionales, especialmente en las discusiones con los países más ricos, que actualmente dominan el desarrollo de la IA.
“Destacamos el papel de la cooperación internacional para facilitar el acceso a tecnologías basadas en IA y componentes críticos, para eliminar las barreras a los recursos financieros necesarios para la investigación y la innovación en IA, y para desarrollar los conocimientos, las habilidades y los marcos de gestión de riesgos necesarios para aprovechar eficazmente las tecnologías de IA, especialmente en países de ingresos bajos y medios”, se lee en el documento.
Otro punto a destacar es la preocupación conjunta por el tema de la propiedad intelectual, especialmente los derechos de autor, ya que han sido habituales las críticas respecto al uso de contenidos no autorizados desarrollados mediante tecnología .
“Necesitamos un equilibrio entre los derechos de propiedad, la transparencia y la rendición de cuentas para salvaguardar el interés público, la transferencia internacional de tecnología y el cumplimiento de la legislación nacional y el derecho internacional aplicable”, dice el documento.
Gobernanza de la ONUEn consonancia con el tono adoptado en otros temas de la cumbre, los BRICS entienden que el multilateralismo debe guiar el uso de la IA por parte de los países. El grupo aboga por un esfuerzo para establecer una gobernanza global, centrada en las Naciones Unidas (ONU).
Se entiende que esta centralización permitirá mitigar riesgos y garantizar un acceso más inclusivo a la tecnología. Según el grupo, esto facilitaría el intercambio de políticas y el diálogo sobre IA, además de impulsar la innovación y el crecimiento económico.
Otra directriz presentada por el grupo se refiere a los mecanismos regulatorios de la IA. Los BRICS argumentan que la economía digital exige salvaguardar los derechos y obligaciones de los Estados, las empresas y los usuarios conforme a las leyes y regulaciones nacionales y los acuerdos internacionales aplicables.
Impactos ambientales y socialesSecciones específicas del documento abordan las preocupaciones sobre los impactos ambientales y sociales del uso de la inteligencia artificial, como el mercado laboral. El grupo reconoce el potencial de la IA para aumentar la productividad, la innovación y las nuevas oportunidades de empleo, pero menciona «desafíos, preocupaciones y riesgos relacionados con las condiciones laborales, la intensidad del trabajo, la pérdida de puestos de trabajo y las amenazas al empleo y la dignidad de los trabajadores».
También se plantea la cuestión de los errores y sesgos algorítmicos negativos, que provocan discriminación y exclusión de determinados grupos sociales.
Las mujeres, las minorías, las personas con discapacidad y los grupos en situación de vulnerabilidad, como niños, jóvenes y personas mayores, tienden a ser los más afectados por los sistemas de IA entrenados con materiales sesgados. La colaboración interdisciplinaria entre personas de diferentes orígenes es esencial para establecer estándares y mejorar la explicabilidad del funcionamiento y los resultados del modelo, afirma un extracto de la declaración.
La cuestión del uso ético de la IA también implica combatir la manipulación de la información y la producción y difusión de contenidos falsos.
“La generación de textos, imágenes, audios y vídeos falsos de apariencia realista plantea amenazas significativas a la integridad y autenticidad de la información y puede conducir a la manipulación de la opinión pública, la incitación al malestar social y el debilitamiento de la confianza en las instituciones públicas”, señala el comunicado.
Para abordar el problema, el grupo sugiere “una mayor centralidad en las estrategias de alfabetización mediática y en los esfuerzos de comunicación local”, lo que permitiría el desarrollo de herramientas para detectar rápidamente la desinformación y la información errónea, y la promoción de la alfabetización digital y las habilidades críticas entre los individuos.
IstoÉ