El Banco Central de Brasil (BC) ha dictaminado que la red de tarjetas es responsable de garantizar el pago de las transacciones en caso de falla.

BRASILIA - El Banco Central publicó el lunes 10 nuevas reglas para los llamados acuerdos de pago, que permiten servicios como transferencias de dinero, retiros y compras.
La resolución aclara que las redes de tarjetas —como Visa, Mastercard y Elo— son responsables, sin excepción, de garantizar el pago de todas las transacciones al usuario receptor, incluso utilizando sus propios fondos si los mecanismos de protección adoptados resultan insuficientes. Esta normativa es el resultado de la Consulta Pública 104.
La resolución entra en vigor de inmediato, pero las empresas tendrán 180 días para solicitar al Banco Central la autorización de las modificaciones, incluyendo todos los ajustes necesarios. Los acuerdos se mantendrán vigentes hasta que se autoricen las modificaciones.
Según el Banco Central, la normativa aumenta la transparencia en cuanto a los criterios de aplicación y el dimensionamiento de los mecanismos para la transferencia y gestión de los riesgos financieros a los que están sujetos los participantes en la cadena de pagos (como bancos y emisores de tarjetas). El objetivo es clarificar el papel de cada entidad en caso de fallo en el flujo de pagos.
"La normativa otorga al originador del acuerdo discreción para elegir los mecanismos de gestión de riesgos financieros que adoptará el acuerdo de pago, pero no exime al originador de la responsabilidad última de liquidar todas las transacciones, incluso en caso de que los mecanismos sean insuficientes", añadió la autoridad monetaria.
La nueva norma también garantiza que la responsabilidad de los participantes en las solicitudes de contracargo por parte del pagador se limite a 180 días, a partir de la autorización de la transacción de pago. Transcurrido este plazo, la responsabilidad recae en la red de tarjetas, si las normas del acuerdo lo permiten.
La red de tarjetas también es responsable de prohibir la exigencia de garantías entre los participantes y la posibilidad de que los adquirentes y subadquirentes restrinjan o discriminen a los emisores, una regla conocida como "honrar todas las tarjetas".
Los países que gestionan las banderas también se convierten en los únicos responsables de supervisar y gestionar los riesgos de los participantes en el acuerdo.
Según el Banco Central, la resolución también fortalece el marco regulatorio en temas como la interoperabilidad entre los acuerdos de pago, el intercambio de información, los procesos de autorización, modificación y cancelación de los acuerdos, la obligación de la participación plena de los subadquirentes en el sistema centralizado de liquidación y compensación, y la transparencia de las comisiones pagadas por los participantes en el acuerdo.
“Por último, cabe destacar que se han introducido directrices específicas para mejorar la gestión de los riesgos de fraude y estafa, la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, así como la conducta en la relación con el usuario pagador, con el fin de adecuar los procedimientos de control en el ámbito de los acuerdos de pago a los prescritos para el Sistema Financiero Nacional”, afirma el organismo regulador.
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