La inversión y las exportaciones frenan el crecimiento en 2025 y 2026

Se espera que la economía portuguesa crezca menos de lo previsto este año, impulsada por una inversión menor a la prevista y una disminución de la participación de las exportaciones en el Producto Interior Bruto (PIB). El Consejo de Finanzas Públicas revisó a la baja su previsión de abril y ahora anticipa un crecimiento del 1,9 %, frente al 2,2 % previsto hace cinco meses .
La desaceleración del crecimiento económico continuará en 2026, con un crecimiento del PIB del 1,8 %, lo que supone una disminución de 0,2 puntos porcentuales con respecto a la previsión anterior, y se intensificará en 2027, cuando se espera una desaceleración más significativa, hasta el 1,6 % . Esta evolución será consecuencia de la finalización del ciclo de inversión asociado al Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR).
Esta es la segunda revisión a la baja del crecimiento para este año realizada por la institución dirigida por Nazaré Cabral. En abril, el CFP ya había reducido el crecimiento en dos décimas. La revisión coincide con las proyecciones más recientes para la economía portuguesa de otras entidades, que indican un crecimiento inferior al 2%.
En su perspectiva económica y presupuestaria actualizada, el Consejo de Finanzas Públicas (CFP) destaca que está "condicionada por los altos niveles de incertidumbre en la economía global, exacerbados por la imprevisibilidad de la política comercial de la administración estadounidense y la escalada de tensiones geopolíticas".
El Consejo señala una contracción del 1,5 % en la inversión durante el primer semestre, el peor desempeño desde la pandemia, probablemente debido al contexto internacional altamente incierto, que incentiva el aplazamiento de decisiones. También destaca el estancamiento de las exportaciones, que resultó en un desempeño inferior al esperado durante el primer semestre.
Desde entonces, Estados Unidos y la Unión Europea han llegado a un acuerdo, pero existe una considerable incertidumbre en cuanto a la política comercial estadounidense. Aun así, la CFP anticipa un mayor dinamismo en el segundo semestre del año.
El crecimiento en 2025 se verá impulsado por el consumo y la inversión. En el primer caso, la CFP destaca el impacto positivo del complemento de pensión y la reducción del impuesto sobre la renta de las personas físicas , en particular la devolución anticipada del exceso de impuestos recaudados desde principios de año. En el segundo caso, el Consejo advierte que la proyección de crecimiento refleja la expectativa de una mayor ejecución financiera del PRR, con un impacto positivo en la inversión pública. De no materializarse, la proyección volvería a verse afectada.
El CFP mantiene su estimación de crecimiento a mediano plazo (1,8 % anual), pero lanza otra advertencia al sector naviero. Este pronóstico se basa en el crecimiento de la productividad y en los saldos migratorios positivos. La ausencia de estos dos factores penalizaría el crecimiento potencial.
El Consejo de Finanzas Públicas también proyecta un crecimiento del empleo del 1,5 %, aunque a un ritmo que se desacelerará hasta 2029 debido a las condiciones demográficas. Se espera que la tasa de inflación se estabilice en torno al 2 %, tras descender al 2,3 % en 2025.
El Consejo mantiene la perspectiva de volver al déficit presupuestario a partir de 2026 , después de otro año de presupuesto equilibrado en 2025.
Este ciclo se mantendrá a lo largo del horizonte de proyección: un déficit del 0,6 % en 2026 y 2027, del 0,7 % en 2028 y del 0,8 % del PIB en 2029. Esta estimación refleja el impacto de las medidas permanentes en el gasto, que aumentará, y en los ingresos, que se reducirán. Las medidas se aprobaron en 2024 y 2025 con el objetivo de mejorar los ingresos de las familias, los jóvenes, los jubilados y las empresas. También se incluye el impacto de los aumentos salariales para algunos grupos del sector público.
El escenario macroeconómico delineado para estas previsiones se basa en políticas sin cambios que presuponen la continuidad de las políticas económicas y presupuestarias. Se excluyen de estos cálculos otras medidas prometidas que empeorarán la situación, como el aumento del gasto en defensa y el recorte adicional del impuesto sobre la renta de sociedades (IRC), que aún no se ha aprobado.
En cuanto al gasto, merece especial atención el Suplemento Solidario para Personas Mayores (SSI), cuyo importe se anunció al final de la legislatura para alcanzar los 870 € mensuales. Al final de este periodo, el gasto en este suplemento podría dispararse hasta los 1.093 millones de € en 2029, lo que supone un incremento del 90 % con respecto al gasto previsto para 2025.
observador