Enfermedad de transmisión sexual desarrollada entre mosquitos para controlar la malaria

Los mosquitos son una fuente de transmisión de enfermedades y han logrado evadir diversos sistemas y mecanismos de control poblacional. Modificar genéticamente una enfermedad de transmisión sexual en esta especie podría ser de gran ayuda.

Un equipo de entomólogos de la Universidad de Maryland ha desarrollado mediante bioingeniería un hongo mortal para la especie de mosquito Anopheles , responsable de la propagación de la malaria. El hongo, llamado Metarhizium , produce una neurotoxina específica de los insectos que provoca la muerte de las hembras de mosquito Anopheles. La estrategia de los investigadores consistió en rociar a los machos con esporas fúngicas modificadas, creando así una enfermedad de transmisión sexual.

La cepa natural del hongo no resultó en bajas tasas de mortalidad en la población, por lo que los científicos utilizaron ingeniería genética para modificarla. En pruebas de campo realizadas en Burkina Faso, se descubrió que casi el 90 % de las hembras morían en las dos semanas siguientes a tener relaciones sexuales con machos infectados, una cifra muy superior al 4 % registrado por la cepa natural. Otro hallazgo interesante es que la presencia del hongo no impidió que las hembras se aparearan sexualmente con machos infectados.

El hongo transgénico es inofensivo para los humanos y, en los mosquitos machos, permanece transmisible durante 24 horas, lo suficiente para infectar a múltiples parejas, explica New Atlas .

Raymond St. Leger, coautor del estudio, señala que “a diferencia de los pesticidas y otros mecanismos de control químico a los que los mosquitos pueden desarrollar resistencia, este método utiliza la propia biología del mosquito para administrar el agente de control”.

Los mosquitos y otros parásitos desarrollan resistencia a los tratamientos químicos y otros productos antimaláricos, por lo que una solución basada en el comportamiento sexual de la propia especie, sin resistencias, podría ser una solución para controlar la población y, por tanto, para evitar la propagación de enfermedades.