De un secreto francés a la rutina de belleza de millones. Parece mentira, pero el agua micelar tiene 30 años.

Hace tres décadas, un frasco translúcido con un nombre particular – Sensibio H2O – comenzó a circular discretamente en las farmacias francesas. Creado por los laboratorios Bioderma, este líquido prometía limpiar y desmaquillar el rostro sin necesidad de aclarado, gracias a una tecnología invisible llamada “micelas”. Con la comercialización de este producto, limpiar el rostro ya no implica agua, jabón ni fricción. Si SAPO nació para revolucionar una internet que apenas empezaba a ver la luz, como portal agregador con un fuerte enfoque en la innovación, el año 1995 estaría marcado, en cosmética, por otra revolución, dirigida especialmente a las pieles sensibles.
Treinta años después, el agua micelar se ha convertido en uno de los productos de higiene más populares del mundo. Y Portugal no es una excepción. Hoy en día, es difícil encontrar un estante de cosméticos que no tenga al menos una versión de este suave producto todo en uno que promete limpiar tu piel sin dañarla. Pero pocas personas conocen la historia y versatilidad de las micelas, que va mucho más allá de la cosmética.
Aunque la capacidad de una solución de jabón para limpiar se reconoce desde hace siglos, recién a principios del siglo XX los científicos comenzaron a estudiar por qué era tan eficaz. Uno de los primeros investigadores en explorar este tema fue James William McBain, de la Universidad de Bristol, quien en 1913 sugirió que estas soluciones contenían estructuras diminutas e invisibles, que llamó “iones coloidales”. Más tarde se descubrió que estos pequeños cúmulos se formaban de forma natural y cumplían un papel fundamental en la limpieza, por lo que acabaron llamándose micelas.
El nombre “micela” proviene del latín mica , que significa “partícula pequeña”, y fue popularizado por otro científico, G.S. Hartley, en un libro sobre sales utilizadas en detergentes, publicado en 1936. Esencialmente, las micelas son grupos de moléculas que se unen de forma organizada para capturar grasa e impurezas, una especie de puente entre el agua y la grasa, que al colocarlas en agua, actúan como pequeños imanes para las impurezas. Décadas después, este descubrimiento científico ha encontrado aplicación directa en el cuidado diario de la piel.
Las micelas son agregados de moléculas limpiadoras, llamadas tensioactivos, que deben su capacidad detergente a que son moléculas que, por un lado, tienen afinidad por el agua y, por el otro, por la grasa. Así, cuando los tensioactivos se mezclan con agua, tienden a organizarse para formar micelas, en las que la parte con afinidad por la grasa se orienta hacia el interior de la esfera, junto con las impurezas oleosas, como el sebo o el maquillaje, y la parte acuosa hacia el exterior, en contacto con el agua», explica Marta Ferreira, farmacéutica y fundadora de la comunidad Abitat.pt . Si bien son eficaces, también son suaves, lo que los hace ideales para la piel.
En 1995, Bioderma utilizó este principio para crear un agua limpiadora cuya invención está profundamente vinculada a las preocupaciones sobre la calidad del agua del grifo, especialmente para las personas con piel sensible. Desarrollada en colaboración con dermatólogos, la fórmula fue diseñada para evitar el contacto de la piel con el agua potable, que en muchas regiones francesas contiene cal y otras impurezas potencialmente irritantes. La idea era sencilla: limpiarse la cara sin jabón, alcohol ni enjuague. Se inventó el agua micelar y comenzó una revolución discreta en el cuidado de la piel. Al eliminar la necesidad de jabón y enjuague, el agua micelar respondió a una necesidad dermatológica específica y ganó popularidad como un gesto de cuidado suave y eficaz.
De nicho a fenómeno globalAl combinar funciones (actuar como desmaquillador, tónico y limpiador), el agua micelar ha eliminado la necesidad de múltiples pasos y diferentes productos en una rutina de belleza diaria. Así, durante las dos décadas siguientes, pasó de ser un producto de nicho a convertirse en un fenómeno comercial.
En la década de 1990, el agua micelar ganó impulso cuando se convirtió en un elemento fijo detrás de escena de la moda . El producto destacó por su capacidad limpiadora, disolviendo el maquillaje sin dejar residuos grasos. Su eficacia, unida al prestigio de la moda francesa, contribuyó a su creciente popularidad entre el público general.
A partir de los años 2000 entró definitivamente en el mercado de consumo, expandiéndose rápidamente por toda Europa. El producto ha despertado el interés de marcas como Garnier, Nivea y La Roche-Posay, que han desarrollado sus propias versiones, cada vez más adaptadas a los diferentes tipos de piel y preocupaciones dermatológicas, con gamas completas de aguas micelares.
Según informes de mercado , se espera que el segmento mundial de agua micelar alcance los 4.600 millones de euros en 2030, con un crecimiento anual medio del 5% al 6%. La región Asia-Pacífico lidera el consumo, pero Europa –donde todo comenzó– representa alrededor de un tercio del mercado.
¿Pero cuál es la razón de esta popularidad? La demanda se ha visto impulsada por varias tendencias: ya sean rutinas de belleza minimalistas, preocupaciones por la barrera cutánea o incluso una preferencia por productos “sin jabón”, “sin alcohol” y “sin enjuague”, lo cierto es que el agua micelar se está volviendo atractiva debido a su simplicidad, especialmente entre los consumidores más jóvenes y porque tiene lo mejor de ambos mundos: es multifuncional y adecuada para pieles sensibles.
En un mundo de tendencias, Portugal no se quedó atrásEn Portugal, el agua micelar es ya una presencia constante en farmacias, supermercados y tiendas online. Según la Asociación de la Industria Cosmética , el sector del cuidado de la piel experimentó un crecimiento del 17,5% en 2024, lo que incluye el agua micelar. Hablamos de un consumo per cápita en el sector cosmético que alcanza aproximadamente los 126 € por persona y año.
Los hábitos de consumo del mercado nacional reflejan la tendencia en el resto del mundo. En Portugal, el comercio electrónico de productos cosméticos, de belleza y bienestar ha experimentado un crecimiento importante. Según datos de ANACOM , en 2024 alrededor del 31,4% de la población que realizó compras online adquirió productos de esta categoría. Este aumento refleja la creciente importancia del comercio digital y la influencia que tiene el contenido del cuidado de la piel en las redes sociales.
Además, el estudio "Shopping Pulse", publicado por Klarna en agosto de 2023 y compartido con los equipos editoriales, reveló que el 42% de los consumidores portugueses compraron productos después de verlos en las redes sociales. Este comportamiento es especialmente frecuente entre las mujeres (42%) y los miembros de la Generación Z (48%).
Si bien la mayoría de los consumidores todavía prefiere completar sus compras en tiendas físicas, este fenómeno subraya la creciente importancia de las plataformas digitales en la experiencia del consumidor y destaca la necesidad de que las marcas adapten sus estrategias de marketing para capitalizar esta tendencia emergente.
Las marcas más populares entre los portugueses en relación al agua micelar son Bioderma, La Roche-Posay, Garnier, Nivea y Uriage, disponibles en farmacias y grandes superficies. Pero también hay opciones económicas de marcas propias de cadenas de supermercados, como Cosmia, de Auchan, o la línea MyLabel, de Continente, que han democratizado el acceso al producto.
El agua micelar es un producto de elección especialmente para mujeres adultas con piel sensible o mixta y que valoran las fórmulas suaves. Para estos consumidores, es un uso diario pero ¿puede el agua micelar sustituir por completo a un gel limpiador o a un jabón? Para Marta Ferreira la respuesta no es tan sencilla. Depende. Para pieles secas o ligeramente grasas que no usan maquillaje o que usan maquillaje ligero, usar agua micelar puede ser suficiente para una limpieza profunda, explica.
La especialista también destaca que “existen formulaciones adaptadas a cada tipo de piel”, y que la elección del producto debe tener en cuenta no solo el tipo de piel, sino también su sensibilidad y posibles afecciones dermatológicas, como la rosácea o la dermatitis atópica.
¿Cómo utilizarlo? Consejos prácticos y precauciones a tomarLa aplicación más común del agua micelar es con un algodón, pasándolo suavemente por el rostro, ojos y labios hasta que el algodón salga limpio. Sin embargo, el farmacéutico advierte: “Para pieles sensibles o con rosácea, puede ser beneficioso enjuagar el agua micelar en lugar de usar varios discos de algodón para retirar el producto, ya que esta fricción repetida sobre la piel puede causar molestias o contribuir a empeorar los síntomas de la afección”.
¿Qué tal la idea de que no es necesario enjuagar? “Depende de la formulación específica y de la sensibilidad de la piel”. Aunque Marta Ferreira señala que muchas aguas micelares están diseñadas para no requerir aclarado, la farmacéutica advierte de que “salvo que utilicemos varios algodones, es natural que tras usar agua micelar sintamos que quedan residuos en la piel que pueden interferir en su función barrera, especialmente en pieles sensibles o con la barrera dañada”, considerando la especialista que “para un uso habitual, puede ser beneficioso aclarar el rostro con agua”.
Micelas más allá de la bellezaMás allá del cuidado de la piel, el concepto de micelas también tiene aplicaciones en áreas como la medicina y la industria. Por ejemplo, en el campo médico, se están estudiando micelas poliméricas como vehículos para la administración de fármacos poco solubles en agua, como ciertos medicamentos quimioterapéuticos, lo que permite una administración más efectiva con menos efectos adversos.
En la industria, las micelas son ampliamente utilizadas en detergentes, agentes de limpieza hospitalaria y cosméticos capilares, gracias a su capacidad para solubilizar grasas y compuestos oleosos. En el sector agrícola, se utilizan en sistemas de liberación controlada de plaguicidas, contribuyendo a un uso más eficiente y sostenible. En el área ambiental, las micelas se utilizan en procesos de remediación para eliminar contaminantes del agua y del suelo, como lo demuestran estudios publicados en el Journal of Nanoscience and Nanotechnology Research en 2024.
En otras palabras: lo que limpia nuestro rostro también ayuda a tratar enfermedades y a proteger el planeta.
Innovación cosmética: ¿más que micelas?El mercado del agua micelar ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Si inicialmente se trataba de una solución sencilla para la limpieza de las pieles sensibles, hoy encontramos fórmulas más sofisticadas que combinan micelas con ingredientes activos adicionales —como ácido hialurónico, carbón activado, vitamina C o niacinamida—, ofreciendo beneficios complementarios como hidratación, luminosidad, acción antioxidante o control de la grasa.
Marta Ferreira explica que el ácido hialurónico puede ayudar a mantener la hidratación, mientras que el carbón activado se recomienda para pieles grasas. Sin embargo, si se limpia el producto, «estos ingredientes también se enjuagan. Y si bien en el caso del carbón activado, que es de color negro, esto es deseable, cuando hablamos de ácido hialurónico, vitamina C y otros ingredientes, su permanencia en la piel se ve comprometida», explica. En cualquier caso, el creador de la plataforma Abitat.pt destaca que “no le corresponde al producto de limpieza entregar ingredientes activos de forma significativa”.
La experta también desmitifica usos alternativos, como la limpieza de brochas, pues si tenemos en cuenta que una de sus propiedades es precisamente su capacidad de limpieza suave, el agua micelar “no será el producto más efectivo para retirar el maquillaje de las brochas, ni sustituirá la limpieza profunda con un agente antimicrobiano o un jabón especial”.
Tres décadas después, el futuro sigue siendo micelarCelebrando tres décadas desde su lanzamiento, el agua micelar continúa reinventándose. Las fórmulas se han vuelto más sostenibles, con botellas recicladas, más precisas, con ingredientes activos específicos y más asequibles.
En 2025, Bioderma lanzó una edición limitada Sensibio H2O con un diseño exclusivo creado por Victoria Beckham, que refleja su estilo minimalista y sofisticado. Esta colaboración también fue una forma de dar a conocer al público la rutina de cuidado de la piel de la figura pública a lo largo de los años. “Es un producto que uso todos los días, en el que realmente creo y que es un ícono por derecho propio”, dijo Victoria Beckham en el lanzamiento de la campaña. "Mi hija también lo usa y, claro, tenemos tipos de piel muy diferentes. Pero funciona en mi piel y también en la suya. No me da miedo que lo use", concluyó.
Según datos de la marca, se estima que Sensibio H2O se vende cada dos segundos en todo el mundo, una cifra impresionante que subraya su popularidad global y la confianza de los consumidores en este producto. Si consideramos las ventas promedio, esto equivale a unas 30 botellas por minuto o 1.800 botellas por hora. Si aplicamos esta cifra a un período de 24 horas, serían aproximadamente 43.200 botellas vendidas y aproximadamente 15.768.000 botellas en el transcurso de un año.
Si consideramos otras marcas, como Garnier, que también afirma vender una botella cada cuatro segundos, no hay duda de que el agua micelar se ha convertido en un fenómeno mundial. En Portugal, se espera que el crecimiento continúe, impulsado por la demanda de productos de cuidado personal simples, efectivos y suaves.
En un mundo cada vez más rápido, la promesa de limpiar, cuidar y respetar la piel con un solo gesto sigue conquistando a los consumidores. Gota a gota, el agua micelar pasó de ser un producto revolucionario a un “must have” en tu rutina de belleza.
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