Anacom nota un creciente interés en la radioafición, especialmente desde el apagón

El regulador destaca que el aumento de solicitudes para realizar exámenes de radioaficionado ha crecido durante los últimos meses y especialmente tras el apagón ocurrido en Portugal el pasado 28 de abril.
Entre enero y abril se registraron un promedio de 45 solicitudes al mes, y “en la semana del 1 al 7 de mayo, posterior al apagón, se registraron 40 solicitudes”.
En otras palabras, “el apagón provocó que el número de solicitudes de exámenes se disparara: en una semana tuvimos casi tantas solicitudes como las que hubo de media en un mes entero”, afirma Anacom , en un comunicado.
Entre las razones para realizar estas pruebas están “tener acceso a comunicaciones que no dependan de electricidad, cables, postes, antenas […] en caso de desastres naturales, como incendios o tormentas, o en caso de apagón, como el ocurrido recientemente”, siendo “en tiempos de catástrofe, […] un medio alternativo eficaz e imprescindible”.
Las estaciones de radioaficionados “son medios de comunicación fiables y persistentes a través de frecuencias de radio”, afirma.
Estas estaciones suelen estar formadas por diversos equipos de radio, incluyendo los accesorios necesarios, como antenas que permiten la transmisión y/o recepción de comunicaciones y pueden ser utilizadas en modo fijo, móvil o portátil.
Las estaciones móviles de aficionados se utilizan en vehículos y requieren alimentación externa, que es la batería del coche. Además, son autónomos en cuanto a alimentación eléctrica, dependen únicamente de las baterías que los integran.
Anacom añade que las estaciones fijas, “generalmente dependen de la red eléctrica, pero al igual que otros equipos eléctricos o electrónicos, también pueden ser alimentadas por generadores independientes de la red eléctrica (por ejemplo, alimentados con combustible o con energía solar)”.
A diferencia de los teléfonos móviles, no requieren de una red de soporte y pueden comunicarse punto a punto o punto a multipunto sin depender de infraestructura de terceros.
“Este creciente interés por la radioafición es interesante porque va en contra de la tendencia que se venía observando, marcada por una reducción del número de radioaficionados”, afirma el regulador, destacando que considera “particularmente importante la promoción y valoración de la radioafición, sobre todo entre las nuevas generaciones”.
En 2022, Anacom presentó al gobierno un anteproyecto de modificación al decreto-ley que define las reglas aplicables a los servicios de radiocomunicaciones satelitales de aficionados y aficionados, así como el régimen de otorgamiento de certificados y autorizaciones especiales a radioaficionados y licenciamiento de estaciones de uso común.
“Sin embargo, la legislación aún no ha cambiado”, señala Anacom.
Entre los cambios propuestos destaca “no tener una edad mínima para acceder a la actividad”, pudiendo los radioaficionados menores de 16 años realizar los exámenes solo con autorización escrita de quien ejerza la patria potestad o tutela, según la legislación civil, y solo poder utilizar las estaciones si son supervisados por radioaficionados mayores de edad de la misma o superior categoría de acceso a las bandas del espectro, añade.
«Se prevén reducciones en las tasas de examen –para menores de 25 años, mayores de 65 y personas con discapacidad– y la eliminación, como ya ocurre en otros países, de la tasa anual por uso del espectro por el titular de un Certificado Nacional de Aficionado (CAN), medida que pretende incentivar la utilización de los servicios de aficionados y de satélite como medio de divulgación científica y tecnológica en el ámbito de las comunicaciones electrónicas en general y de las radiocomunicaciones en particular, promoviendo además el acceso de la población en general, en particular de los más jóvenes, a las radiocomunicaciones a través de la radioafición», añade la entidad.
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