Esto lo cambia todo. Un descubrimiento revolucionario en el tratamiento del cáncer de colon

El cáncer de colon es el segundo cáncer más común después del cáncer de pulmón. La introducción de exámenes preventivos, como la colonoscopia y la prueba de sangre oculta en heces, aumentó la detección temprana de esta enfermedad y mejoró la eficacia del tratamiento. Sin embargo, el cáncer de colon es cada vez más frecuente entre los jóvenes. En Estados Unidos, se prevé que para 2030 será la causa más común de muerte por cáncer entre personas de 20 a 49 años.
Estudios anteriores han sugerido que la actividad física regular puede mejorar el pronóstico de los pacientes que luchan contra el cáncer de colon. Esto queda aún más demostrado por las últimas observaciones publicadas durante el congreso de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO) celebrado en Chicago .
- En el caso del cáncer de colon, los ejercicios deben considerarse un elemento importante de la terapia - argumenta el profesor Christopher Booth de la Queen's University en Kingston, Ontario, Canadá. El especialista se refiere a las últimas investigaciones, de las que es coautor.
Entre 2009 y 2024, incluyeron a casi 900 pacientes con cáncer de colon que habían completado la quimioterapia. La mitad de ellos recibió folletos sobre estilos de vida saludables en el cáncer, principalmente nutrición y ejercicio físico. El resto de pacientes contaron con un asistente a su disposición durante tres años que les asesoró sobre cómo mantenerse físicamente activos durante su enfermedad.
Se demostró que el riesgo de recurrencia de la enfermedad disminuyó en un promedio del 28 por ciento en ambos grupos. En el primer grupo, que recibió sólo folletos informativos, el 73 por ciento de los pacientes estuvieron libres de la enfermedad durante 5 años, y en el segundo grupo, el 80 por ciento. Esto significa que los cambios en el estilo de vida previnieron la recurrencia del cáncer de colon en uno de cada dieciséis pacientes.
El profesor Booth cree que el ejercicio físico produce resultados similares, y a veces incluso mejores, que los medicamentos. Aún no se ha explicado cómo protege contra la recurrencia del cáncer. Se sospecha que tiene efectos antiinflamatorios, inhibiendo el desarrollo del cáncer.
Así lo indican también otros estudios sobre los efectos beneficiosos de una dieta antiinflamatoria en pacientes con cáncer, que también se publicaron durante el Congreso de la ASCO. Especialistas del Instituto de Cáncer Dona-Faber de Boston realizaron las pruebas en pacientes con cáncer de colon en etapa tres.
Se ha demostrado que una dieta antiinflamatoria combinada con un mayor ejercicio físico reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon en un 63 por ciento en los pacientes. reduce el riesgo de muerte (en comparación con los que siguieron la llamada dieta inflamatoria).
Una dieta antiinflamatoria debe incluir alimentos con un índice glucémico bajo y grandes cantidades de fibra, incluyendo grandes cantidades de verduras y frutas, y ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
A su vez, una dieta proinflamatoria es aquella que es rica en productos altamente procesados y con alto índice glucémico, así como grasas animales, carnes rojas y bebidas carbonatadas dulces.
El profesor Booth cree que tanto el ejercicio como la dieta deberían prescribirse a los pacientes como medicamentos recetados. Sin embargo, señala que los pacientes oncológicos necesitan apoyo en este sentido.
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