¡Hola, al fuego, al agua! Las coronas en Turnicki han quedado atrás [FOTOS]
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Este año, los organizadores eligieron una nueva ubicación por sus ventajas: una amplia zona, aparcamiento para más de cien coches y fácil acceso a una pequeña playa en Wiara. El resto dependía de los organizadores y los participantes del festival, de los cuales se inscribieron casi mil. Alguien que hubiera llegado a "Wianki" antes del mediodía podría haber pensado que allí no pasaba nada. En algún lugar, a lo lejos, un grupo se arremolinaba, otro aún más lejos, y al borde del prado, una docena de personas rodeaban a una herbolaria vestida de blanco, Aleksandra Ryzner, de Leszczawka, que impartía talleres de herbolaria. Bastaba un vistazo al plano del evento fijado a la puerta simbólica para orientarse en la topografía del festival. No muy lejos, un poco a un lado, se encontraba la zona para los más pequeños. Un grupo de niños de dos años en adelante estaban impacientes por adentrarse en el misterioso y sinuoso sendero de una gran aventura natural. Allí, ocultos entre los arbustos, les esperaban tareas educativas, por las cuales recibían una cinta. Durante este tiempo, los participantes de las excursiones —a pie, en bicicleta y en autobús— visitaron las zonas cercanas y lejanas, y los propietarios de pequeños puntos de restauración y puestos con recuerdos y publicaciones regionales esperaban a los asistentes. Junto al río Wiar, el mimbre preparado para los talleres de cestería, impartidos por Jacek Wydrzyński para quienes lo deseaban, se remojaba en una bañera. Los interesados en reunirse con científicos y escritores ocuparon tumbonas bajo la "Scena na wozie" (Escena en el carro). La estrella fue Stanisław Kryciński, experto en las montañas de Bieszczady y las colinas de Przemyński, un escritor popular, autor de numerosas guías y publicaciones, que acudió al festival con su último libro , "Las colinas de Przemyński. La frontera mutilada". El sábado, todos pudieron encontrar algo para sí mismos. Había mucho para elegir: talleres de cerámica, acuarela, yoga, aprendizaje de la comunicación consciente que permite evitar la agresión, tallado en madera y el obligatorio aprendizaje del tejido de coronas. También había una galería maravillosamente organizada donde se exhibían las obras y portafolios de los estudiantes de la Escuela Superior de Bellas Artes Jarosław.
Una empresa ambiciosa– El evento Wianki nad Wiarem de este año fue organizado por "Kwitnąca otulina", una iniciativa popular que existe desde hace cuatro años, un grupo informal de amigos de todo el país que quieren promover los encantos de las colinas de Przemyśl, y la asociación "Wrota Karpat".
– dice Kamil Zarański, el espíritu impulsor de esta iniciativa, en nombre de los organizadores.
– En su organización trabajaron varias decenas de voluntarios.
– añade.
Queremos que esta zona se desarrolle turísticamente y detener su devastación, incluso con numerosas talas. Me parece que, teniendo estos tesoros a la vuelta de la esquina, no los apreciamos. Hay pocos lugares así en Polonia, así que vale la pena cuidarlos, desarrollarlos con prudencia y revitalizarlos. Intentamos preparar el programa para que todos encontraran algo a su gusto. Una novedad de este año es una excursión en autobús bajo el lema "Las colinas de Przemyskie no son solo el Parque Turnicki". Su ruta pasó por Borownica, Ulucz nad Sanem y Jawornik Ruski. Los guías fueron el profesor Jan Pisuliński, historiador especializado en temas polaco-ucranianos; Stanisław Kryciński, experto en estas zonas; y Jarosław Giemza, quien habló sobre la arquitectura y el arte de las iglesias ortodoxas. Esta excursión es solo una de las muchas atracciones. Observé que entre los participantes del festival había muchos veteranos que venían a Wiar por cuarta vez, lo que demuestra la popularidad del evento. También nos complace que la Oficina Comunal de Fredropol se haya unido a esta iniciativa.
– resume K. Zarański.
La ceremonia culminante de la coronaSupongo que ningún festival puede prescindir de la música. Este año, actuaron en Wiar: una banda folk de Kupiatycze, la banda Widymo, que lleva más de veinte años cultivando canciones tradicionales de la frontera, y la banda de folk-punk "Radykalna Wieś". Sin embargo, todos esperaban el momento más importante del programa: el lanzamiento de coronas. Cuando el sol se ocultó tras las colinas, una multitud se congregó frente al escenario y comenzó el icónico ritual de "Wianki". Primero, Katarzyna Jackowska-Enemuo, con la banda "Afterparty", compuesta por Józef Enemuo, Jonasz Hałas y Kuba Hałas, interpretó una antigua canción ritual cuyo estribillo era "Hej na ognia, na wody, na brzydną pogoda". Después, Katarzyna, con su inseparable acordeón, encabezó una colorida procesión musical a través de una puerta mágica en Wiar. Cuando entró al agua, la multitud la siguió y, a una señal, las coronas arrojadas al río se perdieron en la distancia. Cabe destacar que, durante los rituales, no solo las mujeres y las niñas se deshacían de las coronas. Los hombres también las lanzaban, lo que probablemente sea un signo de los tiempos. La velada concluyó con "Tołhaje", una banda capaz de invocar a los espíritus de los Cárpatos y las tierras fronterizas con su música. Sin embargo, ese no fue el final, ya que el domingo, los interesados acompañaron a Tomasz Król en una excursión a la cercana Rybotycze para descubrir cómo era en el pasado el lugar, que antaño fue un pueblo. Al finalizar, los organizadores anunciaron que ya se podía descargar la aplicación del juego de campo Trawell - Wianki 2025 y participar, algo que animaron encarecidamente. Los prados se vaciaron y el festival concluyó. Cabe destacar que fue cofinanciado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional, como parte del programa EtnoPolska del Centro Nacional de Cultura. Edición 2025.
JS
Actualizado: 02/07/2025 16:29
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