Los famosos acantilados cerca de Étretat, en Francia, están parcialmente cerrados debido al exceso de turismo.

Además, también es importante para la seguridad del turismo que ya no entren en las rutas vulnerables. Según informes, ya se han producido muertes con regularidad.
“A veces hay vegetación, pero debajo hay fragilidad y la gente no se da cuenta”, advierte el alcalde Bernard Le Damany. Es un problema recurrente. Tan grave que se han necesitado dos rescates en las últimas semanas, con apenas dos días de diferencia.
Quien entre en las rutas de senderismo prohibidas se arriesga a una multa de 135 euros. Los costes de la operación de rescate correrán ahora a cargo también de la propia víctima. Y son caras: una operación de rescate de los bomberos cuesta alrededor de mil euros por hora. Quien necesite un helicóptero tendrá que pagar unos tres mil euros por hora.
RTL Nieuws