Feijóo renovará la cúpula del PP para reforzarse y relanzar su alternativa

Ante la “decadencia del Gobierno”, que acerca el escenario de un adelanto electoral, el PP encarará la segunda mitad de la legislatura con un proyecto renovado y un equipo reforzado. Así lo anunció ayer, después de días de especulaciones sobre la celebración de un congreso, Alberto Núñez Feijóo, que salió al paso del “runrún” al que había aludido Isabel Díaz Ayuso horas antes y zanjó el debate convocando el cónclave el primer fin de semana de julio en Madrid.
La filtración a un medio digital, el viernes pasado, de los planes del líder del PP, que solo había hablado con su núcleo duro y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, precipitó que se hiciera pública una decisión “meditada desde hacía tiempo”, como atestigua el hecho de que el 11 de marzo se reservase ya el espacio de Ifema que albergará los actos.
Aunque hasta la semana que viene la junta directiva nacional, máximo órgano entre congresos, no tenía previsto “pasar del cónclave del Papa al del PP”, tal como lo definió Feijóo, Génova no pudo centrarse en las críticas a Pedro Sánchez por sus mensajes en los que “echaba de menos” a José Luis Ábalos tras haberlo destituido y tuvo que dejar en un segundo plano que el presidente era “conocedor de que en su Gobierno había operado una trama de corrupción que se enriquecía a costa del dinero de todos” para salir al paso de los crecientes rumores sobre su propio congreso.
Feijóo había avisado de sus intenciones a su núcleo duro y a los expresidentes Aznar y Rajoy“Este Gobierno está ya en su cuenta atrás, dure lo que dure. Pero, lo más importante, nosotros tenemos que activar ya el contador del cambio”, arengó el dirigente popular a los suyos, a los que instó a estar preparados de cara al nuevo ciclo y activar el partido para hacer frente en las urnas a Sánchez.
La fecha elegida para el congreso, a inicios del verano, pero ya en plena temporada de vacaciones, se justifica por el fin del periodo de sesiones en las Cortes, durante el que el PP no quiere “distraerse” de su labor de control al Ejecutivo. De este modo, el principal partido de la oposición llegará a septiembre con los deberes hechos y podrá empezar el curso “plenamente operativo”, auguró Feijóo.
Pese a que el líder popular admitió que se trata de una convocatoria extraordinaria, puesto que solo han pasado tres años desde que fue encumbrado, en Sevilla, a la cima del PP tras la defenestración de Pablo Casado, su voluntad es que el congreso de Madrid sea “ordinario desde el punto de vista de las ideas y el proyecto”.
El anuncio de su XXI congreso nacional relega a un segundo plano las críticas del PP a Pedro SánchezEn este sentido, el PP hará lo que no ha hecho desde su último congreso ordinario, que se celebró en el ya lejano 2017, y, a diferencia de los que vinieron después, que fueron extraordinarios y para renovar el liderazgo –primero, tras la renuncia de Rajoy, en la figura de Casado y luego en la del propio Feijóo–, abordará la renovación de su programa y de sus estatutos.
En cuanto a la ponencia política marco, Feijóo habló de definir las prioridades del PP, en un momento en el que la ultraderecha pretende marcar la agenda de los conservadores en cuestiones de índole moral aparentemente ya encauzadas, como el aborto o la eutanasia, y asume postulados abiertamente xenófobos en inmigración.
Pero cuando “a Vox se le ha caído el patriotismo porque han antepuesto una palmadita en la espalda de sus aliados extranjeros a los intereses de España”, analizó el líder popular, en una clara alusión a la buena sintonía de Santiago Abascal con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que amenaza con una guerra arancelaria sin precedentes, ha llegado la hora de marcar distancias.
Ayuso abre la jornada pidiendo acelerar la celebración del cónclave para acabar con el “runrún”Y en cuanto al funcionamiento interno del partido, Génova recordó que Feijóo siempre ha dicho que el sistema de primarias tiene “margen de mejora”, por lo que se replanteará el papel de la militancia y de los compromisarios que, en última instancia, eligen a los líderes.
Sea como fuere, el lunes próximo, coincidiendo con la reunión de la junta directiva nacional, se designará el comité organizador encargado de dirigir el rumbo hasta el XXI congreso del PP. En la última ocasión, en el 2022, este órgano colegiado estuvo capitaneado por Esteban González Pons.
Fueran cuales fueran las intenciones iniciales en cuanto al control de los tiempos del equipo de Feijóo, la líder madrileña abrió la jornada pidiendo acelerar la celebración el congreso, “porque si no, al final opina aquí todo el mundo menos los protagonistas”, advirtió Ayuso.
Sin renovar desde el 2017, el PP pondrá al día su ponencia política para marcar distancias con VoxY a su llegada a la calle Génova para participar en la reunión del comité ejecutivo, los cinco presidentes autonómicos que acudieron a la cita –el andaluz Juanma Moreno, la extremeña María Guardiola, el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, el aragonés Jorge Azcón y el murciano Fernando López Miras– coincidieron en señalar que la decisión estaba en manos de Feijóo y que sería “la más correcta”. Ya lejos de los micrófonos, y ante la expectación de los periodistas, alguno llegó a aconsejar que nadie se fuera de vacaciones en julio. Y acertó.
González Pons releva a Montserrat en BruselasEl eurodiputado valenciano Esteban González Pons seguirá ejerciendo sus funciones como vicesecretario de asuntos institucionales e internacionales de la ejecutiva del PP a pesar de sumar un nuevo cargo en el Parlamento Europeo, donde sustituirá como portavoz del grupo popular a la catalana Dolors Montserrat, que ha sido nombrada secretaria general del Partido Popular Europeo (PPE). Así pues, no se prevén cambios en la cúpula antes del congreso de julio, pero eso no significa que el baile de nombres y las quinielas no hayan empezado ya. “Podemos hablar de todo, pero ya veremos los cargos, no vamos a zanjarlos todavía”, insisten en Génova, donde consideran que desde el punto de vista orgánico este es el mejor momento para renovar el organigrama, ya que no hay procesos electorales a la vista hasta que se convoquen las elecciones en Castilla y León y, más tarde, en Andalucía. La secretaría general podría cambiar de manos, según algunas fuentes, así como las portavocías en el Congreso y el Senado y en el mismo partido. Serán dos meses hasta el cónclave de idas y venidas de especulaciones interesadas.
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