Juvencio Maetzu: capitán de la República de Ikea

Juvencio Maetzu (Cádiz, 1968) adora navegar. Cuenta en sus entrevistas que, durante las travesías, desconecta de la vorágine diaria porque la labor de capitán de barco le obliga a estar “muy activo en el presente y la mente no puede ir ni al pasado ni al futuro”. Y este foco en el presente, en “hacer muy bien lo que estoy haciendo en cada momento”, junto con la pasión, un cierto gusto por el riesgo profesional, el compromiso con los valores y bastante humor definen a grandes rasgos al nuevo consejero delegado y presidente de Ingka Group, el principal franquiciado de Ikea a nivel global, en sustitución de Jesper Brodin, que deja el cargo tras ocho años, a su mano derecha y amigo. Maetzu se convertirá a partir de noviembre en el primer directivo no sueco en dirigir esta compañía, el brazo comercial más grande de Ikea.

Juvencio Maeztu
Gusi Bejer / ColaboradoresSer el consejero delegado y presidente de Ingka equivale prácticamente a dirigir el negocio mundial de las tiendas de Ikea. La compañía sueca tiene una sociedad cabecera, Ikea Holding, y una empresa, Inter Ikea, que es la dueña del concepto, el diseño y la producción de los artículos de la cadena. Sin embargo, la distribución comercial está dividida en 12 franquiciados que se reparten la gestión de las tiendas de los distintos países. Así, Ingka Group es el mayor de estos franquiciados, con operaciones en 31 mercados como China, India, Australia, EE.UU., Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia o España. En total, la compañía gestiona más de 400 tiendas de Ikea que generan más del 90% de los ingresos totales. La franquiciada Ingka facturó 41.864 millones de euros el último ejercicio y ganó 806 millones de euros.
El gaditano dirigirá la gestión de 400 tiendas en 31 países, que generan el 90% del negocio de IkeaA Maetzu no le queda grande el cargo, por mucho que no domine el sueco como lengua materna, y aunque así fuera, tampoco se amilanaría. El directivo lleva 25 años vinculado a Ikea por insistencia de su mujer, Carmen, que trabajaba en la empresa. Los valores de la compañía le atrajeron y desde su primer puesto como director en la tienda de Alcorcón (Madrid), ha hecho frente a numerosos retos para los que él mismo ha afirmado que podría no estar cualificado pero que ha enfrentado y superado. El primero, ser director de Recursos Humanos de España y Portugal pero después, la cadena de distribución le encargó la dirección de la mayor tienda del mundo de la compañía, en Wembley (Londres). Su siguiente experiencia de alto riesgo profesional, antes de volver a Países Bajos, donde reside, llegó en 2012 y fue montar desde cero la operativa comercial de Ikea en India, durante seis años.
Estas experiencias modificaron su manera de entender tanto el negocio como el liderazgo. Su imprescindible brújula moral y profesional como capitán de barco es la visión de Ikea: crear una vida cotidiana mejor para la mayoría de personas. Entiende que el compromiso con la asequibilidad y el diseño democrático de su empresa es una “responsabilidad para con muchas personas”, como explicó en su nombramiento pero asumió ese compromiso como propio al conocer a Nu, una mujer que vendía bolsos de plástico en India: pensar en las necesidades de la gente y después ajustar los costes.
A su vuelta a Europa como vicepresidente y director financiero de Ingka, en 2018, pilotó la nave en medio de tormentas como la pandemia, los cortes de la cadena de suministros o la inflación con una combinación de prudencia financiera y un poco de riesgo para seguir creciendo. De ahí la seguridad con la que Brodin le entregó el timón, tranquilo de que “la casa Ikea está en orden” y “preparada para el futuro con Juvencio”, un futuro con marejadas como los aranceles de EE.UU. o la guerra en Ucrania.
Dice Maetzu en su perfil de Linkedin que el liderazgo debe ser “personal y emocional”. Y no ejercerse desde arriba, sino desde dentro. Por eso, es común verle, en determinados días del año, servir comidas en el restaurante o ejercer de reponedor en las tiendas, porque le sirve de “aprendizaje” y de conexión con la realidad. Como le sirve como ancla mantener su conexión con Cádiz, sus carnavales, su familia y sus travesías en barco.
lavanguardia