El negocio de ofrecer descanso y renovación personal

¿Sabías que en México existen al menos 10 tipos diferentes de vacaciones? Sí, leíste bien: diez formas distintas de desconectar del estrés, del Excel y de los chats de trabajo. Desde escapadas espirituales hasta maratones gastronómicos, la oferta turística mexicana tiene para todos los gustos... y bolsillos. Esta taxonomía del descanso no solo es interesante por su diversidad, sino también por las oportunidades que abre para innovar e invertir.
Entre los tipos más populares de turismo que están en auge se encuentran el turismo wellness, el turismo cultural, el gastronómico y el de aventura. ¿Tú cuál estás practicando este verano?
Hace poco, platicando con uno de los wedding planners más reconocidos del país, me comentaba que el verano -aunque pareciera una temporada alta- es en realidad un periodo tranquilo para su negocio. ¿La razón? Muy pocos se atreven a celebrar su boda durante las lluvias y las vacaciones. Para él, este “descanso del mercado” se convierte en una pausa estratégica para planear, recargar energía y preparar el segundo semestre, cuando las bodas regresan con fuerza.
Mientras algunos descansan, otros trabajan a todo vapor. Así es el turismo en nuestro país: un sistema vivo, dinámico, donde cada temporada implica retos y oportunidades distintas para atender una gran diversidad de segmentos de mercado con intereses diferentes.
Según datos recientes del INEGI, el turismo en México representa nada menos que el 8.6% del PIB nacional (2024), lo que equivale a más de $2,500 millones de pesos. De esa cantidad, el alojamiento se lleva el 21%, seguido por el transporte de pasajeros (19%), y los restaurantes, bares y centros nocturnos completan el podio. Para que tengas una idea del peso económico del sector, la industria de la construcción representa un 7.2% del PIB, apenas por debajo del turismo.
¿Y dónde están las oportunidades?
Aunque el mapa turístico de México es vasto, hay dos grandes tendencias que están transformando la manera en que viajamos y, claro, la forma en que las marcas pueden conectarse con estos nuevos perfiles de consumidor:
1. Turismo Wellness (o cómo sanar cuerpo, mente y alma mientras generas derrama económica). Este tipo de turismo no solo crece, florece. ¿Qué incluye?
Spa resorts y retiros de bienestar.
Turismo médico (desde cirugía estética hasta odontología y medicina alternativa).
Retiros de yoga, mindfulness y meditación.
Viajes enfocados en nutrición, detox y fitness.
Experiencias holísticas: temazcales, rituales indígenas, herbolaria.
Turismo de naturaleza con enfoque espiritual o regenerativo.
De acuerdo con el Global Wellness Institute, México está en el top 15 mundial en captación de turismo de bienestar. En 2023, este segmento generó cerca del 15% del turismo total del país. Y va para arriba: se proyecta un crecimiento anual compuesto (CAGR) de entre 7% y 10% de aquí a 2028.
Destinos clave:
Tulum y Riviera Maya: epicentro global del wellness (spas boutique, yoga, espiritualidad).
Valle de Bravo y Malinalco: conexión con la naturaleza, terapias alternativas.
San Miguel de Allende: lujo boutique y bienestar en clave gourmet.
Los Cabos y Baja California Sur: resorts regenerativos con enfoque premium.
Oaxaca: medicina tradicional, temazcales, curanderismo ancestral.
2. Turismo Gastronómico Todo Incluido (pero de verdad, no solo buffet).
Aquí viene un cambio de paradigma que vale oro: el tradicional modelo “todo incluido” -basado en abundancia sin límite- está evolucionando. Hoy vemos hoteles que privilegian la calidad sobre la cantidad, con menús curados, ingredientes locales, propuestas más conscientes con el cuerpo, la nutrición y el medio ambiente.
¿El resultado? Una oferta más sofisticada, atractiva tanto para el viajero foodie como para el consumidor responsable. Esto representa una gran oportunidad para marcas que quieran colaborar en experiencias sensoriales, saludables y memorables.
El bienestar no es solo una tendencia, es una expectativa creciente del viajero. Si tu marca sabe cuidar el cuerpo, nutrir la mente o inspirar el alma, el turismo wellness no es solo un destino… es tu oportunidad. Presta atención a tu entorno porque si escuchas, vendes.
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