Un ‘jeque’ en los suburbios

“Se vienen cositas”, grita entusiasmado un niño que mata el tiempo tirando a portería en el Municipal de La Plana de Cervelló, que poco a poco se va llenando (unas 200 personas) de aficionados, especialmente menores. Aparece una patrulla de la Policía Local y otra de los Mossos d’Esquadra. Hay cuatro cámaras y dos fotógrafos. Los niños les recitan a sus padres los nombres de los jugadores del equipo visitante (“conozco a todos”), como Roger Carbó, el más buscado; y otros se acercan a los vestuarios a pedir autógrafos y selfies. “Ve a por la cámara, a ver si sales”, le dice una madre a su hijo.
El bar presume de empanadas argentinas y el trío arbitral señala el comienzo del Penya Blaugrana de Cervelló B-Rönin FC. Es Cuarta Catalana, aunque no lo parezca. Esta temporada, el Grupo 25 vive una distopía.

Un joven fan se hace una fotografía con un jugador del Rönin FC
Àlex Garcia / PropiasY todo es culpa de Ibai Llanos, el famoso streamer cuya fortuna se cuenta en millones, que no se ha conformado con su equipo (Porcinos) de la Kings League. El 5 de agosto oficializó una idea que llevaba tiempo rondándole por la cabeza: crear un equipo federado. El comunicador vasco había recibido propuestas de clubs de Primera y Segunda RFEF, pero él quería tener algo propio, comenzar de cero, ser libre y crear su comunidad. Y conseguir ascensos, porque ambas cosas van de la mano. En las redes, su éxito es innegable. El Rönin FC (nombre japonés que se traduce como samurái sin dueño) ya es el segundo equipo de Catalunya con más seguidores en Instagram (537.000), por delante del Espanyol (527.000), quien le aventaja en TikTok y X. Es un equipo “semiprofesional” en la peor categoría. El fenómeno ha puesto este grupo patas arriba.
El equipo está formado por jugadores que han tocado la élite, la mitad lo compaginan con la Kings. Algunos, como Ricard Pujol, el capitán ayer, llegó a jugar amistosos en el primer equipo del Espanyol; Óscar Coll se rompió la rodilla justo cuando iba a debutar con el Mallorca en la Copa del Rey, y Josimar Quintero ganó la Youth League con el Chelsea y se formó en la Masia. El equipo tiene entrenador, preparador físico y de porteros en una categoría en la que la mayoría de los jugadores pagan por jugar (alrededor de 300 euros anuales entre la ropa, la licencia y la mutua), mientras que en el Rönin admiten que su presupuesto es de Liga Élite (la quinta categoría) y, según sus rivales, “ganan unos 1.000 euros o más al mes”. Marcos de Oñaleta es su director deportivo, mano derecha en este proyecto de Ibai.
Una vez inscrito, el primer movimiento fue encontrar un campo para jugar, y ahí apareció el Juventud 25 de Septiembre de Rubí, un club humilde creado en homenaje a los 617 fallecidos en la riada de 1962. “Vimos la creación de este equipo y llamamos para ofrecerles el campo. No pagan alquiler. Nos ayudarán a mejorar la instalación y además podemos tener otros beneficios”, explica Juan Antonio León, su presidente.
Sus jugadores ganan unos 1.000 euros y han multiplicado los ingresos por publicidad de la categoríaTres días a la semana, entre las 15.45 y a las 17.15, se entrena el Rönin en un campo en obras junto a un Lidl, y por las mañanas, Ibai y su equipo cuentan también con el espacio para grabar contenido. El streamer irá a pocos partidos, pero sí acudió al primero ante el Vallirana (9-0). “Fue una locura. Había mucha policía, unas 500 personas, especialmente niños pidiendo autógrafos”, añaden desde la entidad del Vallès.
La llegada de Ibai redefine dos aspectos en una categoría olvidada y de aficionados. Primero, los anunciantes. “Una valla publicitaria en el campo costaba 750 euros. Ahora vale 6.000”, detalla el presidente del 25 de Septiembre. El Rönin tiene cuatro patrocinadores grandes, Media Markt, Grefusa, Central Lechera Asturiana e Infojobs, y ha generado unas oportunidades que han despertado el ingenio de algunas empresas, entre ellas Jumpers (los snacks). Al costar demasiado el patrocinio de Rönin, decidió pagarle 3.000 euros a cada equipo de la Liga (hay 14 más) para que lucieran su publicidad en la camiseta en los partidos ante el equipo de Llanos. “Es una idea brillante, tanto la ejecución como la estrategia, porque además se dirige cien por cien a su público. No me extrañaría que ganara un premio”, explica Carles Estrada, creativo en la agencia de publicidad Anónima. En el canal de YouTube, por citar una de las plataformas, aglutina 9,5 millones de visualizaciones desde julio.
Más allá de la mercadotecnia, sobre el césped este aterrizaje genera disparidad. “Nosotros, en El Papiol, cubrimos los gastos vendiendo la rifa, montando el bar en la fiesta del pueblo, con una pequeña subvención... Tenemos que hacer malabares. Ellos van sobrados. Hay gente que lo ve bien, otros que no. Solo digo que en esta categoría hay muchos aficionados que juegan para pasarlo bien, sin más, y ahora se ven expuestos. Y se ríen de ellos en redes”, detalla Arnau Carrió, directivo.
El equipo, líder en el campo y en las redes: supera en Instagram al Espanyol, y solo el Barça tiene más“Son muy superiores. Van a ganar todos los partidos por más de dos goles”, explica otro de los jugadores del Atlètic Incresa de Molins de Rei. “Tenemos que jugar contra ellos. Somos también un buen equipo, no lo tendrán fácil”, subraya el presidente del 25 de Septiembre, colíder. “Al comienzo, los clubs estudiaron hacer un comunicado en contra, pero finalmente no se llevó a cabo”, asegura Carrió. En Rönin destacan la buena aceptación de los presidentes. Su participación, por ejemplo, ha llevado árbitros asistentes a una categoría en la que no es obligatorio por los costes altos.
La idea de Rönin es hacer contenidos diferentes en redes sociales, porque lo presencial se mezcla con lo digital. Esta semana, Beñat Garro, uno de sus jugadores y ex del Amorebieta, reconoció en un vídeo que necesitaba “encontrar equilibrio interior” y que regresaba a su tierra con permiso del club. Un deportista hablando de la salud mental abiertamente.
El partido en Cervellò acabó 1-9. Rönin suma 36 goles en cinco jornadas. Es líder y, como decían las autoridades obligadas a “ir” al campo por si pasaba algo, “antes sucedían cosas en la Cuarta Catalana. Pero ¿ahora?”. Ahora solo “se vienen las cositas” de Ibai.
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