¿Qué pasa con los penaltis en la Eurocopa de Suiza? Uno de cada tres lanzados no ha sido gol

¿Qué pasa en la Eurocopa de Suiza con los penaltis? El máximo castigo, o ventaja, que hay en las reglas del fútbol ha cambiado su sentido en este torneo. Once veces, algunas VAR mediante, las colegiadas han pitado falta en el área y han señalado los 11 metros pero solo siete lanzamientos han acabado en gol. Ni siquiera la efectividad subió en tanda de penaltis en la que se dirimió el pase a semifinales de Inglaterra: de los siete disparos, las británicas marcaron tres y las suecas se quedaron en dos. El esperpento se reflejó en que, de 14 lanzamientos, nueve los fallaron sin que las guardametas tuvieran que hacer espectaculares paradas.
En total ha sido 25 penaltis de los que 12 han acabado en gol, lo que arroja un porcentaje de error del 52%, algo que no se veía en una Eurocopa desde la masculina en Francia 2016 donde, sin contar las tandas, hubo un acierto de ligeramente superior al 63%. A puertas de las semifinales, ese mismo porcentaje es el que se está dando en Suiza: 11 penaltis y siete aciertos.
En esta estadística pesan los cuatro fallos de Noruega y España, absolutamente inesperados. La capitana de las nórdicas, Ada Hegerberg, delantera del Olympique de Lyon y primera mujer en recibir un Balón de Oro, erró los dos lanzamientos que ha tenido en esta Euro pese a que su efectividad en toda su carrera roza la perfección. El primero no falló en el partido inaugural ante Suiza y el segundo en los cuartos de final ante Italia. Hubiera supuesto el empate en el minuto 60, pero ella misma lo arregló culminando una jugada de ataque en el 66. De nada sirvió porque Girelli marcó en el 90 y las envió a casa.

Si sorprendente fue ver fallar a Hegerberg, también lo fue a Mariona y Alexia. La jugadora del Arsenal es la designada por Montse Tomé y su efectividad supera el 85% de acierto. Su último lanzamiento fue en un amistoso en diciembre contra Francia en Niza. Más doloroso es el recuerdo para Alexia, que es efectiva al 80%. Es la siguiente en la lista pero, pese a que ha tirado cinco con el Barça esta temporada y solo ha fallado uno, con España no se colocaba a once metros de la portería desde los Juegos de París, donde falló la posibilidad de que España llevara a Alemania a la prórroga en busca de la medalla de bronce.
En el Wankdorf de Berna, sin Mariona ya en el campo, no dudó en asumir la responsabilidad, pero apareció Peng para atajarlo. «Solo los falla quien los tira. Es verdad que los practicamos, pero tenemos grandes lanzadoras y no pasa nada si fallan. No hay que cambiar porque confiamos en ellas», aseguró Vicky López. Ella está en la lista de tiene clara Montse Tomé. «Mariona es la lanzadora y luego Alexia, Aitana, Vicky o Athenea, por lo que hemos visualizado en los entrenamientos, donde todas han practicado pero, las especialistas, más», confesó la seleccionadora.
Sin chuleta ni 'madrinas'Si es difícil fallar dos penaltis en un gran torneo o dos en el mismo partido, poco habitual es ver una tanda donde los lanzamientos puedan ser peores que en la protagonizada por Suecia e Inglaterra. «Al menos tres veces pensé que estábamos eliminadas», confesaba Sarina Wiegman. Aunque marcaron tres, solo un lanzamiento rozó la perfección: el de Lucy Bronze a 102 km/h. Antes lanzó un mensaje a la guardameta Hannah Hampton, que se mantuvo bajo palos sangrando por la nariz: «Le dije: 'yo meto este, tú paras el siguiente y partido acabado'». Pero no ocurrió. Hubo que esperar a que Holmberg enviara a la grada el último disparo.
No se pareció esta tanda a la meticulosa que preparó Southgate para dejar fuera a Suiza de las semifinales en la Eurocopa de Alemania. No había chuleta a lo Pickford en la botella de Hampton ni Wiegman manejó los cambios en la prórroga para llevar al campo a las mejores especialistas. Tampoco ha copiado de su ex colega el protocolo ritual de buscar 'madrinas' para las designadas. En el caso de los chicos, se trata de un compañero encargado de animar a cada lanzador. Todo para evitar que una tanda esperpéntica, aunque tenga final feliz.
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