Messi la rompió en la paliza de Inter Miami sobre New York Red Bulls en la MLS: asistencia top y dos golazos, uno con gambeta sin tocarla

Lionel Messi ya es la rutina de lo extraordinario en el Inter Miami. Esta vez su víctima fue el New York Red Bulls en la goleada 5-1 en condición de visitante, que sirve para que su equipo retome la senda del triunfo tras el traspié sufrido a mitad de semana con Cincinnati. Ahora son seis triunfos en los últimos siete partidos, para pelear bien arriba en la tabla de la Conferencia Este. El 10 argentino desplegó todo su repertorio en Nueva Jersey: una asistencia majestuosa, otro pase genial y dos golazos para llevar a 18 sus gritos en 18 partidos en este torneo, donde es el máximo artillero. Todo esto a sus 38 años de edad y sin salir un solo minuto.
Es una constancia ya lo del crack argentino en tierra yanqui pero la buena noticia para Javier Mascherano en este sueño de ser campeón del difícil certamen estadounidense es que detrás de su máxima estrella empiezan a afinarse las segundas guitarras. Una de ellas es Jordi Alba, la otra es Telasco Segovia, y vale agregar a Sergio Busquets y Federico Redondo, aunque algunas siguen en deuda, como Luis Suárez o la falta de un arquero confiable. El que mueve los hilos es el rosarino.
Pero claro, al fútbol se juega con 11 y el Inter Miami comenzó el partido pagando caro el déficit de jerarquía que sufre en su arco. La lesión de Oscar Ustari lo hizo ocupar ese puesto a Rocco Ríos Novo, nacido en Los Ángeles pero criado en Argentina y con pasado en las juveniles de Lanús. Ante los Red Bulls no tuvo alas cuando salió a cortar un tiro de esquina y falló el puñetazo, regalándole el gol al local, que se ponía arriba casi sin merecerlo.
Messi se enojó y dio vuelta el partido. Foto: Vincent Carchietta.
El escenario adverso cambió rápidamente y todo gracias a Messi. El 10 empezó a recibir, construir y pivotear, y en una de esas jugadas supuestamente inofensivas inventó un pase en diagonal de derecha a izquierda, entre cuatro rivales, para dejar a Alba cara a cara con el arquero rival, el paraguayo Carlos Coronel. Su excompañero español definió a la altura de semejante asistencia. Golazo y empate, la remontada se convertiría en goleada.
Fue Messi el que volvió a romper las líneas de los neoyorquinos, esta vez por arriba, con una pelota pinchadita y de nuevo para Jordi, quien mandó el centro y Telasco sólo tuvo que empujar. El tercer gol de Inter fue el más feo de todos y el único en que no hubo participación de Leo: lo volvió a marcar el venezolano tras un jugada que peleó Redondo.
Messi lleva 18 goles en 18 partidos, para ser el máximo goleador de la MLS. Foto: Vincent Carchietta - Imagn Images.
En el segundo tiempo llegaron los goles de la Pulga, o los golazos. El primero incluyó una bola en profundidad exquisita de Busquets, que Leo corrió y ante la salida de Coronel amagó y lo gambeteó sin tocarla, para empujar sin arquero.
De esa definición sutil a otra llena de potencia: Leo mató de pecho un centro y sacudió con una volea de zurda, directo a la red. La cuenta se actualiza partido tras partido: son 874 goles y 386 asistencias en 1.114 partidos para la trayectoria del genio que mantiene vivo su fuego sagrado a un año del Mundial. Fue una goleada para soñar con la MLS, donde Inter Miami se mantiene a seis puntos de la cima con tres partidos menos: con esta versión de Messi todo es posible.
Clarin