Hoy ser merengón es ser llorón

“No debemos avergonzarnos de nuestras lágrimas”. Charles Dickens
El Real Madrid está triste. Va primero en la Liga, es el club de fútbol más rico del mundo, acaba de fichar a un entrenador fantástico, pero llora. Siente que tiene el mundo en contra. Y le ruega a la FIFA, tan imparcial ella como el Tribunal Supremo español, que acuda al rescate.
¿Será que, pese a rozar la ruina, el Barça tiene un equipo que ilusiona más? ¿Será que el presidente del Madrid no puede sacarse la espina de su fracasada Superliga? Algo de eso habrá. Pero lo que sabemos con seguridad, porque el Madrid no deja de lamentarlo, es que cree que los árbitros españoles conspiran para jorobarle. Ah, y que el Barça—buaaaa– quiere jugar un partido de Liga en Miami.
En el canal de televisión del Madrid, la voz de su amo, la emisión del partido del fin de semana contra la Real Sociedad empezó con un comentario sorprendentemente derrotista: “Va a ser muy difícil ganar esta Liga”. No, no porque el joven Barça promete ponérselo complicado. Ese no es el problema. Se da por hecho que en el campo, en condiciones normales, el Madrid es el mejor. El problema, resulta, es que los dioses de la Liga española, liderados por el siniestro Javier Tebas, están haciendo trampas para frenar lo que el Madrid considera su derecho divino a ganarlo todo, siempre.
Y por eso, como informó Real Madrid TV, el club piensa presentar un informe a la FIFA quejándose de los arbitrajes que ha sufrido en los primeros cuatro partidos de Liga (todos ganados) y en parte de la temporada pasada. Si se hace justicia blanca, si la FIFA determina que el Madrid sí es víctima de una conspiración arbitral, ¿qué pasará? Pues lo correcto sería que se anule al Barça la Liga conquistada la temporada pasada y retrospectivamente se declare al Madrid campeón. Y, ya que estamos, ¿por qué no dejar de perder el tiempo y decretar que la actual Liga será del Madrid también?
Xabi Alonso, junto a Courtois y Asencio, pide explicaciones al árbitro Gil Manzano finalizado el Real Sociedad-Real Madrid
Miguel Oses / Ap-LaPresseY con más motivo aún porque el Barça, horrores, tiene pensado violar otro protocolo y jugar este diciembre uno de sus partidos de Liga en Miami, la razón por la que el Madrid ha enviado otra queja más a la FIFA. Advierte que el plan del Barça socavaría “la integridad” del fútbol, tema siempre de particular preocupación tanto para el Madrid como para el organismo que manda en el fútbol mundial.
La feliz noticia es que esta vez el Madrid no está solo. Tiene apoyo fuera, y mucho. Más de 400 peñas de aficionados europeos han denunciado la iniciativa del Barça, cuyo plan consiste en jugar un partido de Liga contra el Villarreal en aquella birria de ciudad norteamericana que Leo Messi ha hecho mundialmente famosa. En una declaración conjunta las peñas dicen que semejante desviación de las normas significaría “un ataque directo a la esencia del fútbol”. Y agrega: “Cuatro años después de que el fútbol europeo se unió y derrotó a la Superliga, nos enfrentamos a una amenaza existencial similar”.
Lee tambiénCurioso que los enemigos de Florentino Pérez se hayan convertido de repente en sus aliados. Más curioso aún, el razonamiento del Barça es en este caso muy parecido al que impulsó a Pérez a lanzar su súper idea. En el fondo se trata de conquistar al menos una pizca del terreno perdido a la Premier League inglesa, tan rica ella que este verano sus clubs han gastado cuatro veces más en fichajes (3.500 millones de euros) que los de España, Francia, Italia y Alemania juntos.
Alguien se está confundiendo aquí. ¿Serán las 400 peñas? No. Sus argumentos no son contradictorios. ¿Será el Barça? No, porque está actuando según la misma premisa económica que condujo al club a apoyar la Superliga. ¿Será Tebas? Un poco sí, aunque él señala, con cierta razón, que hay una diferencia entre montar toda una Liga nueva y disputar “un partido de 380” al otro lado del océano. ¿Será el Real Madrid el más confuso de todos? Parece que sí.
El club blanco está empeñado en perder esa identidad “señorial” de la que tanto se jactabaEl Madrid está empeñado hace tiempo en perder esa identidad “señorial” de la que tanto se jactaba, últimamente con sus lloriqueos sobre la parcialidad de los arbitrajes y la aventura del Barça en Miami. ¿Cuál es la explicación? ¿Los “intereses” o los caprichos de alguien cuyos procesos mentales el poder absoluto ha corrompido? No sé ustedes, queridos lectores, pero, ante tanta incoherencia, yo me inclino por lo segundo.
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