La nueva cantina china de aire pop que es furor en Villa Crespo

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La nueva cantina china de aire pop que es furor en Villa Crespo

La nueva cantina china de aire pop que es furor en Villa Crespo
El restaurante propone una variedad de sabores intensos de fusión chino-americana, para comer con palitos y compartir.

No es tarea fácil llevar la gastronomía china a un restaurante. Mucho menos, adaptar los platos al paladar argentino, que no está tan habituado a lo picante. Ese es el desafío que asumió Tony Wu, la cantina china con estética de película que es un éxito desde que abrió en Villa Crespo.

Con clima cálido, tonos naranjas y rojos y una barra amigable junto a la cocina, la carta propone una selección asiática a base de pollo, cerdo, res, pato, mariscos, pescado y tofu, con un mix de sabores frescos, dulces y picantes. Es un viaje a algunos de los platos más tradicionales -llevados al centro de la mesa y en formato para compartir- de las distintas regiones de China.

Con una iluminación casi cinematográfica, el nuevo espacio se levanta en pleno barrio de Villa Crespo.
Uno de los platos más deliciosos y originales es el flan salado de huevos al vapor con clado ahumado de shitake y huevas de ikura.

“Buscamos mostrar los platos con sus ingredientes y cocciones características, quizás poniendo mayor énfasis en las preparaciones que surgen de la fusión chino-americana. Hay clásicos de toda China como el flan salado, recetas de la región de Sichuán como el mapo tofu y el kung pao, platos cantoneses como el pastel de nabo, íconos de Taiwán como el mongolian beef y carnes al estilo barbacoa hongkonesa”, cuenta José Delgado, chef y socio de Tony Wu.

El cerdo laqueado se sirve al plato y viene con baos (pancitos al vapor) para rellenar con salsitas y pickles.

Dumplings de cerdo y langostinos, sopa de pollo agripicante y carne con salsa de ostras son algunos de los platos de la carta. Otra de las estrellas es el pato laqueado, que viene con crepes caseros, vegetales y una salsa de ciruela. “Preparalos como si fueran tacos”, sugieren las mozas.

En algunos de los platos aparece el ícono de un chile picante, dos o tres, de acuerdo a la intensidad. Adaptar las recetas al gusto argentino es parte de la propuesta y un desafío constante.

La barra es uno de los espacios más convocantes de la cantina.PAULAMENGA

“Si bien es cierto que la cocina china tiene bastante presencia de picante, no sucede en todas las regiones ni en todas las preparaciones típicas. En Tony Wu contamos con una gran variedad de recetas que se adaptan a distintos paladares: algunas sin picante, otras con picor leve, moderado o muy intenso. También llevamos a la mesa dos salsas especiales para aumentar la intensidad si así lo desean. De hecho, muchos comensales vienen justamente a buscar esa experiencia de probar platos más picantes”, cuenta Delgado.

Dumplings al vapor rellenos de langostinos, cerdo y shiitake.

El chef también hace referencia a la “americanización” de la gastronomía china y al desafío de animar a sus comensales a probar nuevos sabores.

“Nuestra idea de cantina se ve especialmente representada por esas recetas que se popularizaron en la cultura china-americana y se trasladaron a distintos países del mundo -Argentina incluida- como el chau fan, el pollo agridulce o a la naranja, la carne vacuna con salsa de ostras y el cerdo laqueado”, indica.

Los platos vienen con tres niveles de picante y se sirven acompañados de arroz y varias salsitas.
La carta de vinos de autor es curada por una sommeliere, que recomienda la etiqueta justa para maridar con cada plato.

“De todas formas, en Tony Wu -agrega- nos gustaría que la gente se anime a probar otras preparaciones no tan conocidas para el paladar local pero muy arraigadas a la cultura china, como el flan salado, el shumai (una variedad de dumpling abierto al vapor), el mongolian beef (un clásico salteado taiwanés) y todo el apartado de BBQ del menú que incluye pato rostizado, panceta crocante y cerdo laqueado servidos al plato, con baos o con crepes en el caso del pato”.

Aunque en la gastronomía tradicional china los postres no ocupan el mismo lugar que en muchas cocinas occidentales, el restaurante hace una concesión con solo dos opciones: helado de canela (crumble y miel de flores) y helado de limón y maní (praliné y ralladura de cítricos).

Las alitas de pollo laqueadas y rellenas de cerdo y langostinos son muy cotizadas.

Un día de semana cualquiera, en una ciudad siempre convulsionada, Tony Wu tiene el salón repleto a sólo cuatro meses de su apertura. La propuesta se suma a un barrio que crece constantemente en su oferta gastronómica. Delgado comenta que el barrio le recuerda al Palermo Viejo de hace algunas décadas.

Los tonos naranjas y luces tenues dominan la entrada a la nueva cantina.

“Nos encanta Villa Crespo. Sentimos que tiene un clima similar al que tenía Palermo Viejo -después llamado Soho- cuando arrancó. Está al margen, pero cerca, de la escena fuerte de Palermo y mantiene ese espíritu de barrio, con algunas propuestas gastronómicas interesantes y más alternativas. Además, nos gusta que acá confluyen distintos públicos, desde familias hasta gente joven, hay un poco de todo”.

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