A Inter no le alcanzó el gol de Lautaro Martínez y apenas empató con un aguerrido Monterrey

Monterrey, de México, e Inter, de Italia, igualaron 1-1 en el Rose Bowl, de Los Ángeles. El español Sergio Ramos y el argentino Lautaro Martínez anotaron los goles del partido, que tuvo los estrenos de ambos entrenadores: el español Domenec Torrent, ex ayudante de Pep Guardiola, en el equipo español, y el rumano Cristian Chivu en el conjunto europeo. Así, River es el líder provisorio del grupo E, ya que es el único de los cuatro equipos que ganó: más temprano había derrotado a Urawa Red Diamonds, de Japón, por 3-1.
Después de un buen inicio, Monterrey se desinfló. De a poco, y gracias a la conducción de Bastoni -¡uno de sus defensores centrales!- Inter se afincó en territorio mexicano. Empezó a triangular pases y a busar sobre todo en la banda derecha de su ataque con la velocidad del armenio Henrikh Mkhitaryan. En una de esas jugadas, que terminó de derecha a izquierda, Nicoló Barella elaboró una gran maniobra con un quiebre de cintura, Matteo Darmian quedó de frente al arco. La pelota se fue por encima del travesaño.
Hasta que a los 24 minutos se abrió el marcador tras una conexión 100% española. Óliver Torres ejecutó el córner, Sergio Ramos le ganó en las alturas a Bastoni y Pavard y venció a Yann Sommer. El capitán festejó de cara a los hinchas italianos y convirtió el primer gol del partido.
Tres minutos tardó el Inter en responder: centro de Mkhitaryan, asistencia de Lautaro Martinez y remate de Sebastiano Espósito. Esteban Andrada, con el pie izquierdo y como si fuera un arquero de handball, tapó el gol del empate. A los 35 minutos, Andrada volvió a a parecer en todo su esplendor: Darmian fue hasta el fondo, Espósito habilitó a Lautaro y, antes de que el argentino convirtiera, Guzmán rechazó hacia atrás. Andrada evitó el gol... en contra.
A cuatro minutos del final, Andrada no pudo hacer nada para evitar el empate de los italianos. Y fue de pelota parada, igual que el tanto de Ramos. Tras un tiro libre, Lautaro Martínez empujó la pelota al gol en el corazón del área. El 9 que juega con la 10 igualó las acciones cuando su equipo intentaba, pero no conseguía ser profundo.
A los diez minutos del segundo tiempo, otra vez Bastoni incursionó en campo enemigo, fue hasta el fondo y tiró el centro a la puerta del área. Por allí apareció Barella, pero su remate se fue por encima del travesaño. Se trató de la primera jugada más o menos elaborada de la segunda parte: ambos equipos salieron a la cancha después del descanso con la clara intención de cuidar más su arco antes de pensar en la meta rival.
A los 18 minutos de la segunda parte respondió Monterrey, y con otra pelota parada. El tiro libre derivó en Sergio Canales, y el español emuló a aquella versión suya que supo vestir la camiseta de Real Madrid. Desenfundó su zurda y remató. El balón se estrelló contra el palo izquierdo de un indefenso Sommer. En el rebote remató mordido el argentino Germán Berterame, pero la jugada ya estaba invalidada por offside.
A los 32 minutos, Lautaro Martínez tuvo una oportunidad inmejorable para darle la victoria a su equipo. Recibió libre de marca en el corazón del área, giró y remató de memoria. La pelota, luego del impacto violentísimo, se fue cerca del arco defendido por Andrada. El Toro quiso fusilar a su compatriota de Monterrey y desperdició una chance de oro.
En los últimos diez minutos, el partido fue una montaña rusa. Porque Chivu hizo cambios ofensivos: quitó mediocampistas y puso carrileros. Y tuvo aquella oportunidad con Lautaro, amén de monopolizar la pelota. Pero de contragolpe y, sustentado en la solidez de su última línea, Monterrey pudo incluso dar el batacazo y ganarle al subcampeón europeo. El encuentro, sin embargo, terminó en empate. Y después de la primera fecha en el Grupo E, River mira a todos desde arriba. Es el único que ganó.



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