Tajani pone freno a Giorgetti y le dice que no habrá más 'pellizques' a los bancos.

Aún no se ha abierto oficialmente, pero el eterno problema de los bancos ya está alterando el proceso presupuestario. Forza Italia no está del todo satisfecha con el pequeño pellizco que Giancarlo Giorgetti quiere dar a los bancos, que se han beneficiado de la caída del diferencial y ahora deberían traducir esos beneficios en ayudas para las familias.
"Nada de blitzkrieg", advierte Antonio Tajani, consciente de los comentarios sobre los beneficios extraordinarios que acaloraron el debate de verano sobre la ley de presupuestos. Todavía no se ha celebrado una reunión de coalición sobre las medidas, y probablemente no se debatirán hasta septiembre.
Pero los partidos gobernantes y los distintos ministerios ya se preparan para expresar sus deseos. De ser necesario, incluso vetos. Y los bancos siguen siendo un tema candente. Los anuncios son una cosa, «las acciones son otra. Veremos si las hay», dice el ministro Tommaso Foti, del partido Hermanos de Italia, quien, al igual que Tajani, fue invitado a la Reunión de Rímini.
El viceprimer ministro, sin embargo, es tajante: «Un país como el nuestro no puede prescindir de un sistema bancario sólido», así que «nada de tacañerías». En cambio, necesitamos «hablar» con los bancos. Evitemos «perseguirlos», porque eso significaría «perseguir al sistema industrial y empresarial italiano».
En resumen, es necesario "evitar operaciones extrañas", a las que Forza Italia ya está dispuesto a oponerse, como ya lo ha hecho. Y lo mismo ocurre con los fondos de pensiones de los profesionales, que "mientras Forza Italia esté en el gobierno", nunca se incluirán en el INPS.
Este proyecto no está actualmente en trámite, mientras que el plan de pensiones se está considerando para reducir la edad de jubilación, que, sin intervención alguna, se incrementaría tres meses en 2027. "Hablé con Giorgetti al respecto; está dispuesto a incluir la medida en la ley de presupuesto", declaró Claudio Durigon, subsecretario de Trabajo de la Liga, también en la reunión de la CL.
Además, la Liga está prácticamente dispuesta a abandonar la Cuota 103, sobre la que se libraron batallas igualmente encarnizadas en los últimos años, ya que ha demostrado, como admite el propio Durigon, ser una herramienta insuficiente para la flexibilidad de salida. Es mejor, en cambio, centrar los esfuerzos en el llamado segundo pilar, fortaleciendo mediante pensiones complementarias el canal que permite el acceso a la jubilación anticipada a los 64 años y 25 años de cotización, siempre que la prestación futura sea al menos tres veces la pensión mínima.
Quizás imaginando que se podría hacer lo mismo no solo para quienes han transferido su indemnización por despido a fondos de pensiones, sino también para quienes la han dejado en la empresa. «Para tener pensiones ligeramente más sólidas», incluso para quienes se acogen completamente al sistema contributivo, «estamos considerando proponer» el uso de la «indemnización por despido estacionaria en el INPS», anuncia Durigon. En cuanto a impuestos, en cambio, impulsa la medida emblemática de la Liga: la eliminación de las reformas fiscales.
"No soy del departamento de contabilidad, pero luego haremos los cálculos", pero incluso si "cuesta dos o tres mil millones", asegura el segundo de Salvini, "veremos el desglose financiero y cómo podemos encontrar esos recursos". Claro que está por ver si este proyecto choca con la idea —emblemática en este caso de Forza Italia, pero también defendida por el partido de Giorgia Meloni— de recortar los impuestos a la clase media. "Reducir el tipo impositivo del 36 % al 33 % para las rentas de hasta 60.000 €, creo, es un objetivo alcanzable", afirma Marco Osnato, director económico de FdI.
Todos los proyectos expresados con "diferentes sensibilidades" por los partidos de la coalición representan "objetivos muy loables", pero quizá "dentro de la actual legislatura", añade Melonian, porque de lo contrario "el camino para alcanzarlos no siempre es compatible con la realidad".
ansa