Por qué la adquisición de Mediobanca por parte de MPS superó las expectativas. Dos escenarios.


Alberto Nagel. Foto: LaPresse.
La subida
Una nueva era en Piazzetta Cuccia: Las listas de la Junta Directiva se presentarán antes del 3 de octubre. Una nueva generación de líderes asumirá el cargo a partir del 28 de octubre. La hipótesis del "barquero" de Vinci está en decadencia.
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Si incluso los máximos dirigentes de Mediobanca, Alberto Nagel, Francesco Saverio Vinci y Renato Pagliaro han cedido algunos paquetes de acciones a la oferta de Montepaschi –después de haber vendido en el mercado la mayor parte de las acciones que tenían en su poder por un total de 80-90 millones de euros– significa realmente que esta adquisición bancaria está destinada a pasar a la historia porque su resultado ha superado todas las expectativas .
Se desconoce el motivo por el que Nagel, Vinci y Pagliaro tomaron esta decisión, que, como mínimo, parece una provocación tras oponerse rotundamente a la OPA (oferta pública de intercambio). Quizás fue para abrirse camino en el nuevo MPS, pero en realidad fue una sorpresa en Siena, donde anoche hubo entusiasmo por el umbral de suscripción final anunciado por la Bolsa de Valores de Italia: 86,3 %.
Este resultado consolida la posibilidad de excluir de la bolsa a Mediobanca (con un coste adicional estimado para Monte dei Paschi di Siena de entre 1.500 y 2.000 millones de euros) y fusionarse con MPS. Se trata de una decisión crucial que deberá ser evaluada por todo el consejo de administración de Monte dei Paschi, liderado por Luigi Lovaglio, junto con soluciones alternativas que incluyen la salida del banco de inversión milanés de la bolsa y la reconstitución del capital flotante, que no puede ser inferior al 25 %. En resumen, existe la posibilidad de que, al final de todo este proceso, se cree una nueva empresa pública en Italia (MPS más Mediobanca), lo que significaría una empresa técnicamente escalable desde el exterior.
De hecho, ninguno de los accionistas tendría el control ni una participación cercana al 30%, aunque los accionistas "estables" (Caltagirone, Delfin, Mef, Banco Bpm, Casse) alcanzarían, con un efecto de dilución natural, el 40% y podrían comprometerse mediante un acuerdo de accionistas a tomar decisiones compartidas. Por otro lado, el mercado , principalmente inversores institucionales y minoristas, representaría aproximadamente el 60% y podría ejercer una influencia significativa en las juntas de accionistas. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, ya que la prioridad ahora mismo es sentar las bases de la nueva dirección de Mediobanca tras la era de Alberto Nagel. Las listas para la nueva junta directiva deben presentarse antes del 3 de octubre, y la idea de contar con un representante interno, en la persona de Vinci, parecía haber perdido fuerza anoche.
Efectivamente, a partir del 28 de octubre, se producirá un cambio de liderazgo en Piazzetta Cuccia , y entonces se decidirá si se procede a una fusión con MPS, dejando a Mediobanca como entidad independiente, o a una fusión por incorporación, que, entre otras cosas, generaría sinergias por valor de 700 millones de euros . La elección entre estas dos vías también es relevante para las futuras decisiones con respecto a Generali, en la que Mediobanca posee una participación del 13% y siempre ha ejercido el control.
No es ningún secreto que uno de los objetivos de la adquisición de Piazzetta Cuccia por parte de MPS es adquirir la aseguradora liderada por Philippe Donnet, cuyos accionistas mayoritarios, Caltagirone y Delfin, llevan tiempo pidiendo un cambio de rumbo. En caso de una MPS-Mediobanca con características de empresa pública, estas decisiones requerirían un debate más profundo entre los accionistas. Mientras tanto, en Trieste, la situación está cambiando rápidamente. El grupo Unicredit ha vendido gran parte de la participación del 7% que adquirió la primavera pasada, reduciéndola al 2%, lo que demuestra una vez más que se trataba de una operación financiera, no estratégica. Uno de los objetivos era apoyar a los accionistas mayoritarios (Caltagirone y Delfin) que, en la última junta, intentaron derrocar al consejo de administración de Donnet. Hasta ahora, han fracasado, pero quién sabe qué nos depara el futuro.Más sobre estos temas:
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