La producción industrial italiana no va bien


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En el último trimestre hay un repunte positivo, pero mirando el año entero está claro que es sólo una ilusión. La opinión de los analistas está fuertemente desalineada con la de Giorgia Meloni y su equipo.
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Si lo medimos año a año (la llamada tendencia) , la producción industrial es negativa por 26º mes consecutivo. Si aislamos los datos de marzo publicados ayer, encontramos un repunte intermensual del +0,1 por ciento, inferior a lo esperado. Finalmente, si examinamos el último trimestre, nos encontramos con un +0,4 por ciento respecto al anterior. Pero incluso el estudio más meticuloso debe rendirse ante una pregunta crucial, especialmente después del +0,3 por ciento del PIB en el primer trimestre: ¿estamos ante una mínima reversión de la tendencia? La propaganda gubernamental casi lo ha dado por sentado, hablando de una Italia que supera a Francia, Alemania y Estados Unidos y navega hacia la recuperación. Lamentablemente, la opinión de los analistas está fuertemente desalineada con la de Giorgia Meloni y su equipo. En el caso de la producción industrial, el pequeño repunte podría explicarse por un avance en las entregas de bienes con destino a Estados Unidos, y en lo que respecta al PIB, los meses más duros aún están por venir (también porque el impulso de los servicios que había compensado la caída de la industria manufacturera se ha detenido). El aumento del 0,1% de la producción industrial en marzo se debe a los bienes intermedios y de equipo, mientras que los bienes de consumo caen y los sectores con mayores dificultades –como el textil, la confección y el automóvil– siguen viendo solo números negros.
Moraleja de la historia: en los próximos dos trimestres, el PIB italiano aumentará un 0,1 por ciento o incluso se mantendrá en cero, y en ese momento también tendremos una comprensión clara del impacto de la política arancelaria, que sin embargo, según los analistas, no debería ser tan devastadora y permanecer dentro del rango cero coma cero en comparación con los aranceles del 10 por ciento. Para el PIB de todo el año 2025 no hay movimiento respecto a la previsión del 0,6 por ciento, aunque hay cierto temor a un descenso . Vale la pena ofrecer estos datos a la reflexión porque el debate político italiano parece ignorarlos y seguir un camino lleno de clichés. Pero la confianza de las empresas y de los hogares está en franco descenso y no se deja influenciar por comunicados de prensa prefabricados.
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