Logística, Amazon acelera en robots y transición digital

Intentar levantar con los dedos una moneda que se encuentra sobre una superficie plana es una operación que nos hemos encontrado haciendo muchas veces, pero pocas veces nos hemos parado a pensar en las habilidades que se requieren de nosotros para llevar a cabo esta sencilla tarea. Agarrar una moneda, ponerse una pulsera, manipular un objeto frágil requiere una combinación de visión, tacto, fuerza y coordinación fina. Es precisamente esta distancia –entre la naturalidad de los gestos humanos y la rigidez de las máquinas– la que representa uno de los retos más complejos para la robótica. Pero hoy algo está a punto de cambiar. O al menos eso es lo que quiere hacer Amazon al traer a sus almacenes Vulcan, el primer robot capaz no sólo de ver, sino también de “oír”. Detrás de la apariencia de un fino brazo metálico, Vulcan esconde en realidad una sofisticada inteligencia sensorial. Se presentó por primera vez en Dortmund, en el corazón de Alemania, dentro del centro de innovación Last Mile, donde Amazon está construyendo la próxima generación de logística. Vulcan ya está operando en Hamburgo y Spokane, EE.UU., y hasta ahora ha gestionado más de medio millón de pedidos.
El gigante del comercio electrónico no es ajeno a la automatización: ya cuenta con más de 750.000 robots en este campo en todo el mundo. Vulcano, sin embargo, supone un salto de calidad, pues introduce una “inteligencia física” que hasta ahora había sido propiedad exclusiva de los humanos. El resultado no es sólo una mayor eficiencia, sino una transformación radical del trabajo. El robot funciona gracias a una combinación de técnicas de visión artificial y aprendizaje automático que le permiten crear representaciones tridimensionales del entorno y tomar decisiones en función de lo que “ve”. A esto se suma su capacidad de evaluación basada en el análisis de datos: "Vulcan utiliza inteligencia artificial para razonar, decidir dónde colocar un objeto, cómo reorganizar un contenedor ya lleno y cómo gestionar el propio movimiento, en respuesta al contacto físico directo con el objeto", explicó Aaron Parness, director de Robótica e Inteligencia Artificial de Amazon, subrayando cómo Vulcan no fue diseñado "para reemplazar a las personas, sino para apoyarlas".
Alrededor de Vulcan se mueve todo un ecosistema de tecnologías, no visible para el usuario final, pero decisivo. Como la máquina made in Italy mostrada en Dortmund y que la empresa debería distribuir próximamente en toda su red europea, capaz de crear un paquete personalizado para cada artículo en pocos segundos, cortando papel y cartón sin desperdicios. Es una de las muchas innovaciones que están transformando el “detrás de escena” del comercio electrónico. De hecho, en los últimos tres años, Amazon ha invertido más de 700 millones de euros para llevar esta nueva generación de tecnologías a sus almacenes de clasificación europeos. Hoy en día, tareas que antes requerían horas y fuerza física, como levantar paquetes, clasificarlos a mano y leer códigos de barras, se confían a sistemas como Tipper, que vacía los carros automáticamente, o Echelon y escáneres de seis lados, que identifican los paquetes desde todos los ángulos, sin necesidad de intervención humana. Además, con sistemas como Agility, Matrix y ZancaSort se optimizan las trayectorias de los paquetes para evitar movimientos innecesarios incluso por parte de los empleados, mientras que con Vass, una estación guiada por visión artificial, la tecnología indica visualmente a los trabajadores dónde colocar cada paquete individual.
“Con las tecnologías que hemos implementado, especialmente en los últimos cinco años, hemos reducido los incidentes a nivel mundial en un 34% y los incidentes graves en un 65%”, dijo Susan Rhoads, vicepresidenta de Salud y Seguridad Laboral Global de Amazon, señalando que esta revolución no ha detenido la contratación. Más bien, los transformó. «Solo en 2024, más de 20.000 empleados europeos adquirieron habilidades en automatización e IA. Y a través del programa Career Choice, Amazon financia cursos de desarrollo profesional para aquellos que deciden pasar de roles manuales a tecnológicos”, dice Rhoads.
En resumen, si la primera revolución industrial llevó a las máquinas a sustituir el trabajo humano, esta cuarta revolución parece querer protegerla. Incluso en logística. Un escenario que apaga un poco los temores, como el relanzado por los economistas de Goldman Sachs según el cual, de aquí a 2030, hasta 300 millones de puestos de trabajo en todo el mundo podrían desaparecer en el hogar de la IA y muchos otros roles podrían transformarse radicalmente.
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