Apple tiene un proyecto para controlar los iPhone directamente con el cerebro

Según se informa, Apple está trabajando en una nueva tecnología que podría permitir controlar el iPhone y otros dispositivos a través de señales neuronales. Así lo informa el Wall Street Journal , citando fuentes cercanas al proyecto. Esto sería un cambio radical en la forma en que se diseñan las interfaces cerebro-computadora.
Según se informa, el gigante tecnológico de Cupertino ha iniciado una colaboración con Synchron, una compañía biomédica que ha desarrollado un implante cerebral llamado Stentrode . Este dispositivo puede leer señales neuronales a través de electrodos insertados en una vena encima de la corteza motora del cerebro. Señales que se transmiten y se traducen en comandos digitales, como seleccionar íconos en una pantalla.
Synchron recibió la aprobación de los reguladores estadounidenses en enero de 2021 para realizar ensayos clínicos de su sistema de interfaz cerebro-computadora, por delante de muchos competidores, incluido Neuralink de Elon Musk.
Apple: Cómo los dispositivos podrán reconocer las intenciones de los usuariosSe sabe que Apple lleva años intentando hacer sus dispositivos más accesibles para personas con discapacidades motoras graves, como lesiones de la médula espinal o enfermedades neurodegenerativas incluida la ELA.
La interacción con los ordenadores generalmente siempre se ha producido a través de herramientas mecánicas, como teclados y ratones. Los teléfonos inteligentes introdujeron el tacto directamente en la pantalla, pero siguen basándose en movimientos físicos. Con esta nueva tecnología, los dispositivos de Apple podrían reconocer las intenciones del usuario directamente a partir de las señales cerebrales, sin necesidad de movimiento observable.
Apple ya tiene un historial de desarrollo de estándares de accesibilidad: en 2014, recuerda el Wall Street Journal, introdujo un protocolo Bluetooth para conectar audífonos al iPhone, que ahora ha sido adoptado por la mayoría de fabricantes del sector. Las interfaces cerebro-computadora podrían representar una nueva frontera en la interacción hombre-máquina, dicen los analistas, pero aún quedan muchas cuestiones éticas, médicas y regulatorias por abordar antes de que se generalicen.
repubblica