Oswaldo Fernández: De la niebla del alcohol al renacimiento sobre los pedales

El valor del deporte se mide mucho más allá de los resultados del cronómetro. El deporte te ayuda a sentirte mejor contigo mismo y empuja a otros a seguir el mismo camino. Y en esto, realmente, la diferencia no está entre ganar o perder una carrera. Se gana cuando se recupera la vida, como lo hizo Oswaldo Fernández , ciclista nacido en Costa Rica y residente desde hace años en Italia. En Italia, en Romaña, primero cayó, víctima de la niebla del alcohol, luego renació, gracias a los pedales de una bicicleta . Y ahora dedica tiempo y energía a promover estilos de vida saludables. También por eso, su rostro es uno de los elegidos por el director Manuel Zani que trabaja en una película dedicada a las Nove Colli , cuya edición 2025 está prevista para el 18 de mayo y que volverá a ver a Fernández como protagonista. El objetivo es contar la historia de la carrera a través de los ojos de aquellos que participan por razones especiales. Al igual que Fernández.

"Fue un honor haber sido elegido para este proyecto —comenta—, tanto que, ahora en la línea de salida, mi motivación será, como mínimo, doble. Parecen clichés, pero no lo son: el deporte realmente puede cambiarte la vida y ayudarte a superar momentos difíciles. Llevo años comprometido con difundir este mensaje participando en carreras y eventos de diversa índole, y el hecho de atraer la atención de tanta gente me hace comprender que la dirección en la que voy es, sin duda, la correcta".

Fernández también compite gracias al apoyo de Maurizio Novelli y Giorgio Bandini, de la empresa Idroimpianti que apoyan sus iniciativas en los pedales. Antes de Nove Colli me espera otro reto: mañana participaré en el Triatlón de Cesenatico en la categoría de relevos mixtos junto con mis amigos Chiara Camporesi, que recorrerá el kilómetro y los 900 metros nadando, y Marco Botteghi, que correrá los 21 kilómetros de una media maratón a pie. En medio estaremos yo y mi bicicleta: me esperan 90 kilómetros de pedaleo. Y emociones muy fuertes.

Luca Ravaglia

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