Soy dentista y he pasado toda mi vida cepillándome los dientes de forma incorrecta.

Una dentista confesó que pasó años cepillándose los dientes "mal". Patty Cabo publicó un video en redes sociales, revelando cómo un simple cambio puede marcar una gran diferencia.
Su rutina recomendada se basa en evidencia fisiológica y busca minimizar el daño que los errores cotidianos pueden causar a largo plazo. Sin embargo, la dentista admite haber cometido este error tan común durante años, y revela: «Me he pasado toda la vida cepillándome los dientes incorrectamente».
El problema, explica, comienza durante el sueño, cuando el pH de la boca se vuelve más ácido, lo que favorece la proliferación de bacterias. Este desequilibrio es lo que provoca el mal aliento matutino.
Al preguntarle a la gente si se cepillan los dientes antes o después del desayuno, dijo que probablemente cometen el mismo error. Añadió que cuando nos dormimos, la boca alcanza su nivel más ácido. Por eso nos huele el aliento al despertar. Siempre me cepillaba los dientes después del desayuno .
Sin embargo, lo único que hacía era ingerir las bacterias acumuladas durante la noche, además de las del desayuno. Mi madre, en cambio, solía cepillarse los dientes antes del desayuno, pero eso tampoco es lo ideal. Como la boca es tan ácida por la mañana, cepillarse inmediatamente puede desgastar el esmalte. Entonces, ¿cuál es el orden correcto?
Al despertar, lo primero que debes hacer es beber un vaso de agua . Así ayudas a neutralizar el pH de la boca y a reducir la acidez.
Ella sugiere que después de haber hecho esto, "esperes unos 10 minutos y luego te cepilles los dientes para eliminar las bacterias que se acumularon durante la noche".
Después, puedes disfrutar de tu desayuno favorito: yogur, fruta, tostadas, una barrita de cereales o algo más sofisticado con beicon crujiente . Pero advierte: «Recuerda que el desayuno es la comida más importante del día» y, si puedes, intenta no saltártelo.
En su último consejo, dice: «Por último, vuelve a cepillarte los dientes. Así, empezarás el día con el estómago lleno y los dientes limpios».
Este sencillo cambio puede proteger considerablemente el esmalte dental y limitar la proliferación bacteriana. Si lo incorporas a tu rutina diaria, podría tener un impacto significativo y positivo.
Daily Express