Starmer se enfrentó a Trump pero salió prácticamente intacto

Cuando se permite que las cámaras de televisión filmen a líderes mundiales reunidos en persona, las imágenes resultantes suelen ser increíblemente aburridas para los periodistas e increíblemente seguras para los políticos.

No con Donald Trump.

Sir Keir Starmer se enfrentó a este desafío el lunes.

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Sometido a un total de casi 90 minutos de interrogatorio televisado junto con el líder estadounidense, fue su encuentro más difícil con el presidente hasta el momento.

Pero aún así salió prácticamente intacto.

Para empezar, puede reivindicar importantes victorias políticas después de que Trump anunciara una presión extra sobre Vladimir Putin para negociar un cese del fuego y aumentara la preocupación por las devastadoras escenas provenientes de Gaza.

Aunque hubo muchos momentos incómodos.

En lo más alto de la lista está el ataque de Trump al colega laborista del Primer Ministro , el alcalde de Londres, Sir Sadiq Khan.

Pero más importante que eso, la reunión del lunes fue la representación más clara del abismo político que separa a los dos líderes.

"Es un poco más liberal que yo", dijo Trump sobre Sir Keir cuando llegó a Escocia.

¡Qué eufemismo!

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En materia de energía verde, inmigración, impuestos y regulación en línea, las diferencias eran evidentes.

Sir Keir logró disimular las grietas riéndose a veces, eligiendo cuidadosamente sus intervenciones y siempre intentando sonar eminentemente razonable.

A veces, tenía la energía de un hombre obligado a sonreír y soportar comentarios inapropiados de sus suegros en una cena familiar importante.

Pero bueno, detuvo una implosión total de Trump, así que supongo que es una victoria.

Sin embargo, la principal conclusión de esta visita a Escocia no es tanto la brecha política existente entre ambos hombres, sino la brecha de poder.

Sir Keir voló a lo largo del país que dirige para ser invitado al resort del presidente visitante.

Luego se vio obligado a soportar más de una hora de preguntas descontroladas y espontáneas por parte de un hombre al que la mayoría de su partido y sus votantes desprecian, durante las cuales le ofrecieron consejos no solicitados sobre cómo derrotar a Nigel Farage y lo criticaron (aunque indirectamente) sobre puntos clave de la plataforma política de su gobierno.

A cambio, recibió cálidas palabras sobre él (y su esposa) y anuncios relativamente graduales sobre dos prioridades de política exterior.

Entonces ¿por qué lo hace?

Porque, como dice una frase de una popular serie de televisión política estadounidense: "El Air Force One es un avión enorme y hace un ruido tremendo cuando aterriza sobre tu cabeza".