La restricción de personal durante la escasez preocupa al sector asistencial

"Un golpe aplastante", así describió Care England los planes del gobierno para eliminar el programa de visas de asistencia social, que permite a los cuidadores del extranjero trabajar en el Reino Unido.

Se trata de una medida que, según los proveedores de asistencia, empeora aún más la crisis de la asistencia social.

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El gobierno admite que la asistencia social está al borde del colapso. Pero eso no es nada nuevo.

Durante décadas, la asistencia social ha sufrido reveses bajo la presión del envejecimiento de la población.

Restringir la dotación de personal durante una crisis de personal preocupa a muchos proveedores de atención.

Dicen que tienen dificultades para contratar personal dentro del Reino Unido y que cada vez dependen más de trabajadores extranjeros.

Al igual que en el NHS, existe una escasez crónica de cuidadores: se estima que 70.000 trabajadores de atención doméstica han abandonado el sector en los últimos dos años.

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Pero esta no es la primera vez que los cambios en las normas de inmigración afectan al sector asistencial.

En 2023, los cambios provocaron una dramática caída del 70% en el reclutamiento internacional en solo tres meses.

Los proveedores dicen que sin acceso a trabajadores internacionales, existe un riesgo real de que se produzca una escasez significativa de fuerza laboral.

Esto significa que los proveedores no pueden satisfacer esta creciente demanda de atención, lo que socava la calidad de la atención para miles de personas en todo el Reino Unido.

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Skills for Care, la organización que monitorea la fuerza laboral del sector, estima que se necesitarán 540.000 trabajadores de cuidado adicionales para 2040 para satisfacer las necesidades de la población.

Esto plantea preguntas críticas sobre de dónde vendrán estos trabajadores si no existen ni la financiación ni la ruta migratoria.

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