Verano caluroso: ¿beber frío o caliente?

Desde el té helado hasta el té caliente y escaldado al estilo Tuareg, las ideas preconcebidas abarcan toda la gama. Sin embargo, una pista: los humanos formamos parte de la especie homeotermica que mantiene su temperatura interna constante, cueste lo que cueste, contra todo pronóstico. Analicemos el programa de regulación de nuestro termostato...
Un programa que juega al salto mortalNuestra hermosa máquina está equipada con sensores de temperatura. La medición se transmite por vía nerviosa al ordenador, ubicado en el hipotálamo. La placa base la compara con el valor de referencia de 37 °C. ¿Una desviación significativa? ¡Atención! El ordenador inicia su programa de salto mortal para volver al equilibrio térmico. Por encima de 37 °C, se produce sudoración y dilatación de los vasos sanguíneos periféricos. Por debajo de 37 °C, se producen escalofríos y constricción de los vasos sanguíneos periféricos.
A mayor diferencial, mayor coste energético. Un coste que puede causar fatiga, deshidratación, desorientación, etc.
Entonces, ¿es buena idea beber agua caliente en verano? La diferencia aumenta aún más. Así, no solo hacemos que la máquina trabaje más, sino que también aumentamos la transpiración y, por lo tanto, el riesgo de deshidratación. ¿Y chupar icebergs? Estás engañando al sistema, que entonces detiene la transpiración... ¡mientras que todo lo demás, menos la boca, está caliente!
Entonces, ¿por qué los tuareg beben té hirviendo? Primero, porque en el Sahara no crecen carámbanos ni icebergs. Segundo, a diferencia de quienes viven en zonas templadas, están adaptados a temperaturas muy altas. Tercero, ganaron el premio a la innovación por la primera prenda autoventilada. La capa de aire entre sus dos túnicas permite que escape el exceso de calor corporal. ¿Cómo? Al calentar la tela de la túnica exterior, el sol crea una diferencia de temperatura que activa el movimiento del aire. ¡Bingo!, el flujo de aire evacua el exceso de calor corporal a través del cuello. Genial, ¿verdad?
Sophie Nicaud
Imagen de zuzana gazdikova en Pixabay
Artículo publicado bajo el control editorial y responsabilidad del director de publicaciones de Curieux!
SudOuest