¿Qué hacer con el sargazo, el alga que libera gases tóxicos? 14 años después de la primera invasión, Martinica y Guadalupe avanzan lentamente para promoverlas

Catorce años después de la primera invasión de algas sargazo en Guadalupe y Martinica, y mientras nuevos flujos masivos invaden sus costas en las últimas semanas, las islas francesas avanzan poco a poco en la cuestión de su recuperación.
No podemos decir hoy ni mañana que vamos a hacer esto o aquello con el sargazo. Lo importante es investigar. En el congreso Sargcoop II, celebrado en Gosier a finales de marzo, el presidente de la región de Guadalupe, Ary Chalus, destacó "las ideas sobre el terreno, algunas de las cuales se desarrollaron en coalición con todo el Caribe" y pretende "continuar este trabajo".
Le interesa especialmente "predecir" estas llegadas de algas pardas del Atlántico, porque "imaginemos que una empresa invierte 5 o 10 millones en una planta de recuperación y mañana ya no hay sargazo, ¿qué hacemos?". , pregunta.
Y recordar las "enormes" sumas que gastan las colectividades y el Estado para desviar, recoger o almacenar estas algas que liberan gases tóxicos cuando se pudren una vez varada. "Cerca de 30 millones de euros para Guadalupe, entre 2018 y 2024", precisa su vicepresidenta encargada del medio ambiente, Sylvie Gustave Dit Duflot.
Los retos son de índole económica, sanitaria y medioambiental, destaca Ferry Louisy, vicepresidente del consejo departamental de Guadalupe. Destaca, junto con otros responsables electos, "la perturbación de la biodiversidad marina" y pide "compromiso colectivo". "Por el momento está almacenado, así que tenemos que aprovecharlo al máximo".
La UE dice que es hora de avanzar hacia la recuperación. Pero ¿cómo podemos recuperarnos si no tenemos los mismos estándares sanitarios? , pregunta la señora Gustave Dit Duflot. "Primero hay que descontaminar", explica, "porque en Francia no se puede reciclar algo lleno de metales pesados, arsénico y -una particularidad de las Antillas francesas- clordecona", el pesticida utilizado hasta 1993 a pesar de las advertencias sobre su peligrosidad, que ha contaminado permanentemente el suelo y el agua.
Existen vías de valorización: "biocarburantes, ladrillos, cosméticos o incluso biocarbón, carbón para enmendar el suelo, que mejora sus propiedades fertilizantes y podría, según algunas investigaciones, secuestrar la clordecona" , explica Charlotte Gully, coordinadora del centro de economía circular de Ademe Martinique.
En términos de "valoración, hay que darle tiempo", cree, porque si "funciona en el laboratorio, ahora la gran pregunta es cómo llevarlo a escala industrial".
«Poco a poco, vamos cerrando las puertas, vamos experimentando de forma cada vez más aplicada para poder decir: para Francia: ‘Esta será la estrategia’», continúa.
Ademe ha lanzado una convocatoria de proyectos con la Agencia Nacional de Investigación "para apoyar proyectos piloto y demostradores en la región", explica la Sra. Gully.
Entre los proyectos en estudio, Ulises Jáuregui, profesor de ciencias ambientales del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (República Dominicana), espera desarrollar en Martinica "un proceso que reduzca significativamente el contenido de arsénico" del sargazo, para transformarlo en "biofertilizante líquido".
Sin embargo, para Olivier Marie-Reine, presidente de la Comisión de Economía Azul de la Colectividad Territorial de Martinica, «hay que clasificar todas estas ideas, porque representan oportunidades económicas para algunos, pero son caras».
Aboga por una "mutualización a largo plazo, de lo contrario la factura será enorme". Habla de los retos diarios: “recoger en el mar” y “desviar” las barreras (evitar que el sargazo llegue a las costas), en los que “ha habido buenos y malos”.
Para la Sra. Gully, ambos territorios comparten la misma preocupación: desarrollar sitios de almacenamiento impermeabilizados que recolecten y procesen los jugos del sargazo, y el mismo problema: identificar el terreno para hacerlo, ya que es complicado en nuestras islas.
Mientras tanto, y mientras se elabora el plan Sargassum 3, hay que "hablar del sargazo" a nivel internacional, insiste Sylvie Gustave Dit Duflot, quien desearía que, en el Congreso de los Océanos de Niza en junio, "la cuestión del sargazo [...] se plantee en la declaración final con todos los jefes de Estado, porque desde el momento en que un tema se plantea a nivel internacional, se convierte en una realidad y hay que abordarlo".
Var-Matin