California y varios estados demócratas están demandando a la administración Trump por sus planes de prohibir los tratamientos de transición para menores transgénero.
California y unos quince estados demócratas anunciaron el viernes 1 de agosto que están demandando a la administración Trump, impugnando su intento de prohibir a los profesionales de la salud brindar tratamientos de transición a menores transgénero.
Este tema está generando profunda tensión en Estados Unidos y está en el centro de las guerras culturales del país. Donald Trump lo ha convertido en un importante argumento de campaña. A su regreso a la Casa Blanca, prometió acabar con el "delirio transgénero" y, notablemente, firmó una orden ejecutiva que equipara estos tratamientos con la "mutilación" y ordena al Departamento de Justicia investigar las clínicas que brindan esta atención.
Bajo presión, varias clínicas de este tipo en todo el país han cerrado sus puertas o suspendido sus servicios.
“Los incesantes ataques del presidente y su administración a la atención de afirmación de género ponen en peligro a adolescentes ya vulnerables, cuya salud y bienestar están en riesgo”, declaró el fiscal general de California, Rob Bonta, en un comunicado anunciando la demanda federal. “La presión del gobierno para prohibir los tratamientos de transición es cruel e irresponsable”, añadió.
La demanda, apoyada por Nueva York, Illinois y Massachusetts, afirma que las investigaciones del Departamento de Justicia "reflejan un intento inconstitucional de invadir el poder de los estados para regular la medicina".
El acceso al tratamiento está prohibido en la mitad de los estados de EE.UU.Varios estados de EE. UU., incluyendo California, garantizan legalmente el acceso a tratamientos de transición, ya sean hormonales o quirúrgicos. Expertos, pacientes y activistas transgénero aseguran que estos tratamientos ayudan a reducir el estrés, las dudas sobre la identidad y los pensamientos suicidas, a veces asociados con la disforia de género.
Pero su uso cada vez mayor entre menores ha provocado una reacción negativa en Estados Unidos: a muchos les preocupa que los niños puedan recurrir a ellas demasiado pronto y llegar a arrepentirse de sus decisiones.
La mitad de los estados de EE. UU. han prohibido a los menores transgénero acceder a estos tratamientos. En junio, la Corte Suprema, de mayoría conservadora, falló a su favor y dictaminó que la prohibición de Tennessee no constituye discriminación médica.
De los 1,6 millones de personas que se identifican como transgénero en Estados Unidos, más de 300.000 tienen entre 13 y 17 años, según un estudio del Instituto Williams, un grupo de expertos de la UCLA.
El mundo con AFP
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