"No nos rendiremos": en las Landas, los empleados del CERS de Capbreton continúan su huelga

A pesar de las numerosas conversaciones, la dirección del establecimiento y los representantes sindicales no han logrado llegar a un acuerdo. Los empleados iniciarán su duodécimo día de movilización este viernes 18 de julio.
A la entrada del Centro Europeo de Rehabilitación Deportiva (CERS) de Capbreton, el ambiente es explosivo: entre los surfistas madrugadores que se dirigen a la playa, se reúnen una treintena de cuidadores. En sábanas blancas, algunos, armados con pintura roja en aerosol, escriben "En Huelga" en mayúsculas. "Nos retiraron las lonas y las banderas el lunes", dice Brice Marin, gerente de logística del CERS y, sobre todo, representante sindical en la CFDT. "Así que estamos empezando de cero".
Desde el lunes 7 de julio, algunos empleados de Cers, incluyendo a todo el personal de enfermería, están en huelga. Sin noticias de la dirección durante 48 horas, la huelga continuará este viernes 18 de julio, según informó Brice Marin. Los empleados de la clínica privada tienen múltiples demandas: la introducción de una prima anual de 1800 € por empleado, la implementación de la Enmienda 33 (un acuerdo firmado en 2020 para aumentar los salarios en el sector sanitario privado, nota del editor) y la mejora de las condiciones laborales.
A pesar de varias reuniones entre representantes sindicales y la gerencia del establecimiento, aún no se ha llegado a ningún acuerdo. "Queríamos negociar una salida a la crisis, pero la gerencia no cede ni un céntimo", se queja el gerente de logística. Ante la falta de respuesta, los representantes sindicales de la CFDT contactaron con Ramsay Santé , líder europeo del sector sanitario privado, propietario de 488 establecimientos en el viejo continente, incluyendo los Cers. Al final de la jornada del jueves 17 de julio, las negociaciones seguían en curso.
Por su parte, la dirección comunicó a Sud-Ouest su determinación de continuar las conversaciones con el personal de forma transparente. Respecto a la Enmienda 33, Vincent Delcros, director de la escuela, responsabiliza directamente al gobierno, que inició el acuerdo y es responsable de su financiación. «Las instituciones privadas actualmente no pueden implementar la Enmienda 33 sin poner en peligro su propia estabilidad», declaró.
Condiciones de trabajoLas consecuencias de esta movilización no se hicieron esperar. La gerencia afirma haberse visto obligada a reprogramar las citas de algunos pacientes debido a la falta de personal. En Google, un paciente dejó una amarga reseña: «No hay suficiente personal, no hay seguimiento [...]. Es triste para los pacientes, pero especialmente para los cuidadores que se esfuerzan al máximo y no son reconocidos. Muy decepcionados».
Para Brice Marin, la conclusión es clara. "Damos la impresión de que el CERS goza de buena salud, pero no es cierto", afirma. Los huelguistas señalan la escasez de personal ante el creciente número de pacientes. "Hace seis años, había tres enfermeras para 145 pacientes. ¡Hoy, son dos enfermeras para más de 200 pacientes!", afirma uno de ellos, que lleva unos veinte años en el puesto y prefiere permanecer en el anonimato. La dirección, por su parte, afirma haber realizado varias contrataciones en los últimos meses, sin especificar la naturaleza de los puestos.
La movilización comenzó justo después de la reapertura total de los Cers , que se sometieron a renovaciones parciales durante dos años. Todas las salas fueron renovadas con un coste de 6 millones de euros, según la dirección. Esta modernización se produjo a costa de las condiciones laborales del personal sanitario, según los huelguistas. "Trabajamos con el ruido de los destornilladores, con fugas de agua y oficinas abarrotadas", asegura Brice Marin. El representante sindical afirma que la huelga continuará si no se llega a un acuerdo con la dirección.
SudOuest