Cárceles de alta seguridad: una admisión de debilidad que no resolverá nada

El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, ha decidido saturar los medios de comunicación con la inauguración de sus dos cárceles de alta seguridad, destinadas a alojar a "los 200 mayores narcotraficantes, en condiciones de detención muy estrictas destinadas a aislarlos del mundo exterior".
Desde mediados de julio, los primeros reclusos han sido admitidos en estas instalaciones de ultraseguridad, deseadas por Gérald Darmanin. Esta admisión de debilidad revela la incapacidad del Estado para frenar el auge de la corrupción y no hará nada para abordar los problemas que plagan todo el sistema de justicia penal. Théo Bourrieau y Bruno Rieth hacen balance.
L'Humanité